Por su difundido vínculo con el País Vasco, Crystal Fighters son a buen seguro la menos británica de las referencias que se adhieren a ese pop bañado en ácido, al que, en su caso, se suman los ritmos de la txalaparta y el txistu. Después de llamar poderosamente la atención con Star of Love (2010), su álbum de debut, publicado en el prestigioso sello Kitsuné, donde también lo han hecho artistas tan bailados como La Roux, Yelle o Digitalism, Crystal Fighters dio un golpe de timón para situar su propuesta en la onda del folk vasco, mezclado con su habitual arsenal químico y con algún guiño a bandas nacionales como Aviador Dro. Y en esas siguen en Gaia & Friends (2019), su última referencia de estudio, inspirada en un viaje por diferentes emplazamientos de España, Perú y Costa Rica, donde la banda de Sebastian Pringle redescubrió su amor por los instrumentos acústicos y el sonido de la naturaleza.
Fans
En Calvià, los anglo-vascos harán bailar a sus fans con un repertorio que les coloca en el ojo del huracán de las tendencias, las que marcan el indefectible devenir del electrofolk o ‘folktrónica’ del siglo XXI; las que llevan la txalaparta y otros ecos tradicionales vascos a los escenarios de todo el mundo. Con todo, quince años después de su abrupta irrupción todavía cuesta etiquetarles. Quizá la mejor forma de hacerlo sea señalando que su repertorio es como un arreón de los que dejan un euforizante moratón.
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