La actriz francesa recogió este domingo el premio Masters of Cinema del Atlàntida Mallorca Film Fest, en el patio de La Misericpordia, de manos de la Reina. | miquel a. canellas

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La actriz Isabelle Huppert (París, 1953) fue distinguida ayer en Palma, durante la gala de clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest, con el Premio Masters of Cinema de reconocimiento a toda su carrera. Unas horas antes de recibir el galardón de manos de la reina Letizia, la francesa realizó una rueda de prensa de 30 minutos en el hotel Palma Blanc, en la que se prohibió fotografiarla o filmarla. Dos programas televisivos tuvieron el privilegio de entrevistarla, aunque tuvieron que mostrar las imágenes obtenidas a la actriz, y sólo el fotógrafo de la organización pudo inmortalizarla. Vestida de riguroso blanco y zapatos de tacón negros, con unas grandes gafas de sol, contestó con amable profesionalidad a todas las preguntas de los periodistas.

«El cine es el arte de la delicadeza, de lo invisible, de sugerir», declaró la actriz, quien apuntó que «el criterio para aceptar una película es principalmente el realizador, me gusta trabajar con grandes directores y siempre me reclaman que los personajes que transmitan libertad y, a la vez, estén muy determinados por las circunstancias que representan».

Como ejemplo, puso a Claude Chabrol o Michael Haneke: «Siempre me han exigido una gran complejidad en los papeles de sus películas». Con el primero, su colaboración empezó en 1978, con la película Violette Nozière y se mantuvo hasta la muerte del director parisino, en 2010, con títulos como Un asunto de mujeres (1988), Madame Bovary (1991), La ceremonia (1995) o La comedia del poder (2006). A las órdenes del austríaco, han coincidido en largometrajes como La pianista (2001), El tiempo del lobo (2003), Amor (2012) o Happy End (2017).

Ambición

Sobre la ambición durante toda su carrera, la intérprete aseguró que «siempre ha sido máxima en todos los proyectos, eso me ha permitido disfrutar al máximo», y puntualizó que «el cine transmite el sentimiento de estar en el momento presente, esa es su fuerza».

Reconocida por dar vida a personajes complejos y llenos de sufrimiento, contestó que «no creo que hayan sido elecciones muy arriesgadas, como a veces se dice, ya que estos papeles son los más gratificantes», y aclaró que «desde la tragedia griega, estos personajes son los más atractivos y atrayentes, para quien los interpreta, pero también para el espectador».

En ese sentido, Huppert indicó que «el cine se ha inventado para crear preguntar, hacer cambiar los puntos de vista y tiene el poder de interrogarnos», y manifestó que «yo siempre he escogido con libertad lo que quería interpretar».

Isbelle Huppert se autoparodió en un capítulo de la serie Dix pour cent, en la que se mostraba como una actriz hiperactiva y sobreocupada, con una gran capacidad de trabajo. «Me veo así, aunque la serie juega con los estereotipos y no dejaba de ser un personaje de ficción, en la que se exageran los rasgos».    Tajante fue al responder a si tiene problemas como mujer para obtener buenos papeles, al llegar a una cierta edad. «No», fue todo lo que dijo. No en vano, Isabelle Huppert posee una de las filmografías más respetadas a nivel internacional, a lo que hay que añadir sus grandes actuaciones teatrales, que llenan los principales auditorios del mundo.

En la edición 12 del Atlàntida, Huppert ha coincidido con el director Neil Jordan. En la gala inaugural, el realizador irlandés recibió el Premio Masters of Cinema y presentó la película Juego de lágrimas, con la que se llevó en 1992 el Óscar al mejor guion original. Se da la circunstancia de que Neil Jordan e Isabelle Huppert trabajaron juntos en la película La viuda, estrenada en el año 2018. «Fue una experiencia extraordinaria trabajar con él, algo que me llegó por azar», contó la actriz, quien recordó que «no sé la razón por la que me eligió, fue un rodaje algo inquietante que me dio una enorme satisfacción, y me sorprendió la reacción del público, ya que la gente quedó bastante impactada con un personaje tan monstruoso».