Gerard Quintana, líder de Sopa de Cabra, en el Mallorca Live Summer 2021. | Laura Becerra

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Tot queda igual, Mai trobaràs, Podré tornar enrera, El boig de la ciutat, Si et quedes amb mi... La lista de canciones de Sopa de Cabra, todas ellas convertidas en himnos, es interminable. Y todas las aquí citadas comparten disco, el más emblemático de la banda, Ben Endins. Tres décadas han pasado ya desde que lanzaran este álbum, considerado el más vendido de la historia del rock catalán con más de 130.000 copias. Lo grabaron en la mítica sala Zeleste en 1991.

Este sábado, en el Institut Sant Marçal de Marratxí, dentro del programa de las fiestas patronales, los Sopa –como se les conoce entre amigos y melómanos– volverán a tocar una vez más todos aquellos éxitos. Antes de ellos, a partir de las 22.00 horas, Anegats les preparan el terreno para un concierto que seguro será inolvidable, como hacen siempre. Sin embargo, a pesar de ser, en parte, un ejercicio de nostalgia, Gerard Quintana, cabeza visible del conjunto, insiste en que «no nos quedamos atrapados al pasado, lo vivimos más bien como una revisión de esas canciones y de esos tiempos, pero con la mirada también puesta en el presente y en el futuro. De hecho, tenemos muchas ganas de sacar nuevo material. Ya estamos trabajando en ello».

Será, pues, un concierto inevitablemente nostálgico, de viaje en el tiempo, aunque Quintana avanza que también tocarán otras canciones muy queridas que no forman parte del Ben Endins, como El far del sud o Camins. Sobre cómo canta o vive las canciones tras cantarlas una y otra vez, Quintana tiene claro que «es imposible que las aborrezca porque siempre es diferente, las emociones del público también siempre son diferentes, especiales y únicas». Seguramente, como reconoce el artista, el de hoy será de esos conciertos en los que «podría dar el micro al público y dejar que canten ellos y estar yo callado». «La música es emoción, es lo más importante», afirma.

Gira

El año pasado ya actuaron en la Isla con motivo de esta conmemoración del Ben Endins. Fue en el Mallorca Live Summer, con un formato reducido, con mascarillas y distancia de seguridad, algo que hoy, por suerte, no se tendrá que repetir. «Recuerdo que me sentía mal porque no quería que echaran a nadie por mi culpa, por incitarles a bailar y a levantarse de las sillas», recuerda. Pero esta noche, por fin, los Sopa de Cabra volverán, si es que alguna vez se fueron, por todo lo alto.