Lola Berenguer, Pepa Satué y Carles Valverde, en la inauguración.  | Jaume Morey

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La galería 6A cumple la nada desdeñable cifra de 40 años al «servicio de la sociedad» y ofreciendo las virtudes de la obra gráfica, a la que colocan al nivel de cualquier otra disciplina artística como la escultura o la pintura. Su directora, Bel Font, fue quien lo detalló ayer en la inauguración de 6 a sis, una muestra y reúne a los artistas clásicos de la casa con más de 50 obras gráficas originales y esculturas de varios formatos. Y es que Emmanuel Lafont, Pablo Leonardo Martínez, Fernando Pagola, Pepa Satué, Carles Valverde y Lola Berenguer (los tres últimos presentes) no han querido perderse la oportunidad de asistir «a la fiesta» de los 40 años en «nuestra casa», como ellos mismos la describen.

Y el mismo orgullo muestra Font que no oculta su satisfacción por que 6A sea «el punto de unión» de estos artistas cuyos lenguajes son «tan dispares y distintos», pero que «se integran perfectamente» por «la calidad de los artistas». A su vez, se trata de la primera vez que una exposición ocupa los dos espacios de la galería, el taller y la sala expositiva, y permite un recorrido auténtico de las diferentes obras que conviven mezcladas e «invitan a adentrarse y explorar entre los estilos de los creadores», sumando todos juntos en una colectiva que tiene mucho de celebración y de reencuentro.

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Los dos espacios de 6A albergan más de 50 obras entre obra gráfica y esculturas.

Por otro lado, Font también defendió que, al igual que los artistas, llevan «40 años tratando de generar un retorno a la sociedad, como si fuera una ofrenda en la que aportamos algo a la gente» y sin ninguna duda se animó a «invitar al público a quitarse complejos y acudir a las galerías a investigar» y a mirar sin miedo por no saber o sin los prejuicios de quien no ha experimentado con las geometrías abstractas o el hiperrealismo de los artistas participantes. 6 a sis es, pues, la celebración de una efeméride: los 40 años del histórico taller 6A, pero también la celebración del reencuentro familiar de los artistas con su casa.