Marina Planas, directora de Casa Planas, junto al artista Antoni Muntadas.  | Jaume Morey

TW
0

La imagen turística que se vende de un lugar, aunque tenga un germen real, acaba por convertirse en una ficción construida sobre ese sitio para atraer al viajero. El importante archivo de Casa Planas, con sus dos millones de objetos, permite llevar a cabo una actividad de rastreo y buceo en las innumerables postales turísticas que vendían una Mallorca de luz y de color, como decía la canción. Ahora quien se pone las gafas de buceo para nadar en tan ingente material es el Premio Nacional de Artes Plásticas de 2005, Antoni Muntadas (Barcelona, 1942), que arranca una residencia por invitación e inicia de una colaboración entre Casa Planas y el Castillo Hotel Son Vida.

Muntadas, pionero del media art y que habla de «proyectos» más que de «obras» cuando se refiere a su trabajo, ya avanza que «es muy pronto para decir algo antes de empezar a mirar en el archivo porque me tengo que familiarizar con él», pero no es del todo ajeno ni a Mallorca ni a Casa Planas: «Ya venía en los años 50 a la Isla de pequeño y el proceso turístico es algo que he visto en directo». De hecho, relata que «todavía recuerdo la noticia del turista un millón o que se creó un seguro del sol según el cual si no hacía sol o llovía durante tu estancia te devolvían el dinero». A su vez, Muntadas, en compañía de Marina Planas, alabó el fondo del archivo e hizo hincapié en las postales, «algo que se está perdiendo» en favor de la «rapidez» del Whatsapp o de las fotografías hechas con el móvil.

Positivo

Por otro lado, el artista también defendió que la llegada de «extranjeros es muy positiva» ya que, en su momento, supuso «el pasar de una vida en blanco y negro a una en tecnicolor, por decirlo de alguna manera, además de que las experiencias de otras culturas supusieron descubrir cosas totalmente cerradas como la sexualidad, la lengua, el arte, etcétera». De ahí el nombre de la masterclass que impartirá mañana, Que vienen las suecas, a las 18.30 horas en Casa Planas. Este fenómeno, el «exchange» cultural, es algo que «debemos seguir aprendiendo» y recomienda «revalorizar el filtro económico para alcanzar el cultural y social que tienen el intercambio y el turismo», algo que comparte Planas al destacar que si bien todos somos conocedores de la huella negativa del turismo, hay que «pensar en positivo».

Muntadas, de hecho, relacionó lo que se vende de Mallorca y lo que es realmente con los «mitos y los estereotipos», dos categorías similares, pero diferentes: «El mito se genera en el interior, el estereotipo en el exterior», algo a lo que tendrá acceso ahora en el Archivo Planas y al recorrido y la evolución durante años de la imagen turística balear que ha podido hacer que el que vengan las suecas pasase de ser una frase de dicha y bonanza a ser escuchada hoy en día casi como quien dice que viene el lobo.