El grupo Izal, que actúa en el Mallorca Live, en una imagen promocional.

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Tras una agotadora dinámica de conciertos, festivales y premios, la pandemia les obligó a tomarse un respiro. La inactividad duró poco, alérgicos a la vida contemplativa, Izal publicaba el pasado año Hogar, un álbum grabado entre Mallorca (La Luciérnaga Estudio), Madrid (Metropol Estudios) y Londres (123 Studios) bajo la producción de Brett Shaw (Foals, Florence and The Machine, Lady Gaga). Este trabajo sirve de hogar –valga la redundancia– a una colección de historias cotidianas hechas canción, contadas a través del relato, la fotografía y el vídeo. Canciones escritas con el estómago, que arrojan la misma intensidad emocional a la que nos tiene acostumbrado el quinteto. Las presentarán hoy en el marco del Mallorca Live Festival 2022, a las 00.30 horas.

Las canciones de Izal destilan potencia y seducción, gracias al talento de un tipo espigado y desgarbado, armado con una voz que incorpora la esencia de la melancolía. Ese tipo se llama Mikel Izal, y es el encargado de administrar calma y caos entre su rebaño. Empático, espectacular y grandilocuente, todo en el universo del nuevo mesías del indie atesora una fuerza subyugante. Mikel describe su último trabajo como el compendio de «experiencias, emociones y sentimientos que me envolvieron en aquellos meses de composición. Cada nuevo disco es para mí como una nueva página de mi diario personal, que luego pongo a disposición de todo aquel que quiera leerlo. Esta vez creo que con más desnudez que nunca», añade el autor. En esta ocasión, los contenidos de su dietario personal perfilan el «miedo, la valentía, la alegría, la tristeza, las caídas y como levantarse y seguir, crecer, en la vida en definitiva».

Evolución

Hogar recoge una significativa evolución en el tratamiento musical de la banda, Alejandro Jordá, batería de Izal, confirma que necesitaban explorar nuevos campos… «siempre lo hemos necesitado y siempre nos hemos sentido libres para hacerlo sin mucho miedo. Si hemos querido darle un estilo concreto a un tema hemos indagado y probado, aprendiendo y disfrutando del proceso». Más allá de apreciaciones personal, Hogar deja contundentes pistas sobre la necesidad de hacer catarsis de su creador, así como emprender un nuevo rumbo musical, fiel a sus orígenes. Las canciones funcionan como pequeños manuales de autoayuda o autoafirmación.

Sobre este Hogar, es el disco más personal escrito por el inquieto Mikel, firmado en primera persona y alejado de lugares comunes, las historias se centran en experiencias muy personales. «Las expectativas a la hora de hacer un disco siempre son las mismas, hacer lo que nos sale de dentro y emocionarnos con ello. Así de sencillo», expresa el cantante y compositor del quinteto madrileño. Que, no obstante, pone en valor la necesidad de que su discurso cale hondo entre los fans, «siempre es agradable que tu música emocione a la mayor cantidad de gente posible, que conecten con ella».