La actriz Charo López, ganadora de un Goya, recala en Felanitx y Palma a lo largo de este fin de semana. | Europa Press

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El suyo fue uno de los rostros bellos del cine y la televisión española de los 80 y los 90, pero Charo López ha sido siempre más que eso. Más que un rostro bello. La actriz salamantina cuenta que se esforzó y estudió por mejorar como intérprete a pesar de reconocer que le «fue más fácil» porque era «guapa». Ahora, a sus 78 años, Charo López continúa sobre las tablas y vuelve a Mallorca tras «casi diez años, una barbaridad» con Coplas del alma, un recital poético enmarcado en el MallorcÒpera que la llevará al Conservatori de Felanitx el viernes 27, a las 21.00 horas, y al Teatre Xesc Forteza de Palma el domingo 29, a las 19.00 horas, junto al pianista Francesc Blanco y el barítono Luis Santana.

Realizar un recital es «una auténtica satisfacción personal porque es algo nuevo», explica la actriz. Ella misma detalla que ha hecho «cine, televisión y teatro, pero esto es algo    diferente y es una experiencia individual en la que mi relación con el público es directa, cara a cara, sin cuarta pared». Sobre los textos a recitar, en los que se recuperan fragmentos de obras de autoras como Sor Juana Inés de la Cruz, supone también una gran «satisfacción».

En su extensa carrera, López ha trabajado con algunos de los más importantes directores, como Mario Camus, y durante algunas de las obras mejor valoradas, como La colmena, Los gozos y las sombras y Los pazos deUlloa, lo que le otorga una perspectiva global de la cultura cinematográfica española y una forma de hacer cine que valora «distinta ahora, aunque no sé si mejor o peor». A su juicio, «ya no existe la tradición de ir a hablar con la productora o el guionista y que te contraten, sino que ahora todo está en las plataformas, pero como siempre se hacen cosas muy buenas y otras que no lo son tanto», opina la intérprete.

A su vez, ella formó parte de una época en la que la literatura y las producciones televisadas iban muy de la mano, con las obras antes mencionadas como ejemplos, y ante esto López considera que «desgraciadamente, la literatura ya no está tan presente» y recuerda que «hacer una adaptación de Galdós o Ballester era un privilegio porque sus personajes eran riquísimos». Por otro lado, la actriz, que estudió Filosofía y Letras e iba para profesora, no oculta que entró en el mundillo de la actuación «por guapa», algo que «ha pasado siempre, o acaso ¿alguien cree que Sophia Loren o Ava Gardner entraron porque eran buenas o porque eran bellezas?». No obstante, la ganadora del Goya por su papel en Secretos del corazón menciona a su madre como una gran mentora: «Ocurre que he tenido una madre que tenía mucho sentido del humor, extrovertida y con una capacidad inmensa para comunicar, y por suerte eso lo he heredado de ella», sumado a «que opté por ser actriz y fui aprendiendo y estudiando» dejando atrás el simple hecho de ser «guapa, aunque fuer aun privilegio que me lo puso más fácil que a otras al principio».

Valores

¿Se deduce de todo ello que la belleza puede jugar en su contra?, le preguntamos, a lo que contesta rotundamente: «No, nunca. Siempre es estupendo ser guapa, pero también es cierto que la belleza, como la juventud, son valores en alza en una sociedad que les da más poder que a cosas como la inteligencia o ser bueno, y esto me parece muy injusto, pero es lo que hay», comenta la actriz. Así pues, viernes y domingo la actriz Charo López pondrá voz a autores clásicos para crear otro tipo de belleza, una que no es física ni facial, sino que depende de la conexión a través de la poesía y de las palabras. Una de esas bellezas que, a diferencia de otras, es imperecedera.