Vista general de la obra que Lara Fluxà ha creado para la Bienal, titulada ‘Llim’. | Adrián Malagamba

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Llegó el gran día para la artista mallorquina Lara Fluxà y lo hizo por todo lo alto. La inauguración de Llim en la 59 edición de la Bienal de Venecia fue acogida con interés y con una gran participación de público que superó el centenar de personas. El acto de apertura, que tuvo lugar en el Espai Catalonia ubicado junto al Canal de San Pedro, fue testigo de la coronación de la artista mallorquina en la ciudad italiana.

Al acto acudieron tanto la artista como Pere Almeda, director del Institut Ramon Llull (IRL), principal impulsor del evento; la directora general de Cultura del Govern, Catalina Solivellas; el comisario de la exposición, Oriol Fontdevila, y la consellera de Cultura de la Generalitat, Natàlia Garriga i Ibáñez, que llegó acompañada de Luca Bellizzi, delegado de la Generalitat en Italia. A su vez, otras caras conocidas del mundo cultural catalán y mallorquín se acercaron a dar la enhorabuena a Fluxà. Fue el caso de Imma Prieto, directora de Es Baluard Museu; la artista Susy Gómez; Marko Daniel, director de la Fundació Miró de Barcelona, o Ainhoa Grandes Massa, responsable del MACBA (Museu d'Art Contemporani de Barcelona), entre galeristas y curiosos que no perdieron la oportunidad de conocer los detalles de Llim.

Pere Almeda, Oriol Fontdevila, Natàlia Garriga i Ibáñez, Lara Fluxà y Catalina Solivellas, ayer en la inauguración de ‘Llim’ en la Bienal de Venecia. 

La inauguración atrajo la atención de un centenar de asistentes.

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Poco a poco, a medida que el sol se ponía tras las cúpulas de las iglesias venecianas y el frescor primaveral corría a través del canal, el más de un centenar de personas asistentes se congregaron junto a la orilla para escuchar los parlamentos de los responsables, entre los cuales destaca el de la propia Fluxà, quien invitó a todos a «dejarse afectar» por sus creaciones, su «organismo», que reflexiona sobre la fragilidad de Venecia y su hábitat a través del paso del agua del mismo canal por su instalación.

La inauguración de ‘Llim’ en Venecia estuvo acompañada de un cóctel. En la imagen Lara Fluxà charla con la directora de Es Baluard Museu, Imma Prieto, y la artista Susy Gómez.

Agua

Así pues, Llim genera una sosegada reflexión a través de bombas que achican agua al interior del pabellón y que «vibran» y «hacen vibrar» no solo los cuerpos de vidrio de Fluxà por los que pasa, sino también a los propios visitantes y, sobre todo, a una ciudad, Venecia, a cuyos canales regresa esa misma agua prestada por Llim, pero que, aunque vuelve sin haber sido «transformada», lo hace siendo diferente, porque ya ha pasado por el terreno del arte de Lara Fluxà, dejando una huella y un poso en el sedimento veneciano imposible de borrar.

El apunte

«Las Islas forman parte del Llull y Fluxà es una gran muestra de ello»

El Institut Ramon Llull (IRL) ha sido el impulsor de la presencia de la artista mallorquina Lara Fluxà en Venecia y su director, Pere Almeda, estuvo presente en el Espai Catalonia que acoge la exposición Llim, con la que participan en la 59 Bienal. El titular del Llull, que lleva en el cargo desde el pasado mes de noviembre, valora la presencia de una creadora «emergente» y que representa el arte «catalán y balear». Así pues, explica Pere Almeda que «este es el lugar en el que hay que estar», en referencia a la Bienal de Venecia, debido a que «es el escenario principal del arte contemporáneo y donde están todos los artistas, curadores y comisarios consolidados», lo que lo convierte en la gran «celebración» del arte que, además, es doble al ser la primera desde que arrancó la pandemia.

Por ello, Almeda explica que el trabajo del Llull es «apoyar a los artistas emergentes que nos interpelan como lo hace Lara». Sobre ella, de hecho, Almeda se deshace en elogios y la describe como «poseedora de un talento extraordinario y con la singularidad de que trabaja un elemento sorprendente como es el vidrio», a partir del cual «crea un lenguaje y metáforas que nos dan intuiciones poéticas y reflexivas que tienen que ver con los temas que nos ocupan como el cambio climático». La presencia de ella y del Llull en Venecia es, pues, «una declaración de intenciones de lo que la cultura catalana puede aportar».

Además, el director del Institut lanza la próxima reflexión que su organización debe afrontar: «Debemos decidir conjuntamente qué quiere decir ayudar a la cultura catalana a ser internacional, que es a lo que nos dedicamos». Este debate llega tras el éxito de la participación del Llull tanto en la Bienal con Lara Fluxà como en la Feria del Libro de Londres donde lograron mucha atención. «La cultura catalana ya es valorada y nos leen, nos escuchan y nos ven, pero hemos de pensar cómo afrontar esta internacionalización de la mejor manera y ver si algunos recursos se pueden utilizar para otras cosas», explica Almeda. Finalmente, sobre la posibilidad de que Balears busque un espacio propio en eventos como la Bienal de Venecia, Almeda considera que «nosotros representamos la cultura catalana y la que se hace en los lugares de habla catalana, por lo que las Islas forman parte del Llull y ejemplos como ello lo dan gente como Lara Fluxà, por lo que creemos que somos el instrumento adecuado para potenciar esto», apunta el director del IRL.