Música contra la guerra. Nuria Fergó fue una de las artistas más esperadas. | L. Becerra

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Durante algo más de dos horas, el Palacio de Congresos de Palma fue el escenario para la gala Som, que consiguió reunir a un nutrido grupo de artistas de diferentes especialidades que se dieron cita para recaudar fondos en favor de Unicef con el objetivo de ayudar a las víctimas del conflicto entre Rusia y Ucrania. Nuria Fergó, Anegats o Jaume Anglada fueron algunas de las personalidades que aportaron su grano de arena ante un auditorio en el que se encontraron políticos como la presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell, Catalina Cladera, y el alcalde José Hila, entre otros.

David Ordinas y Beatriz Díez Mayans condujeron una cita que arrancó la formación Cap Pela, que interpretó una canción tradicional ucraniana y dio las gracias a los que contribuyeron con sus donaciones –que seguirán abiertas un par de días más–, a quienes dedicaron Let the sunshine in.
El conjunto arrancó los números de la noche, en la que los Glossadors de Mallorca reclamaron «que siempre reine la paz en Ucrania y en el mundo» y, más contundentemente, enviaron «a ca una puta la guerra y el armamento» ante el aplauso del público.

La mayoría de artistas dedicaron palabras en favor de la paz y en contra de la guerra, como Horabaixa, en el que fue su primer concierto, o la cantante menorquina Lara Pons. Por su parte, Damià Timoner y Martí Llabrès dedicaron El tio Toni, de Toni Morlà, una canción sobre un mallorquín que se marchó en busca de una vida mejor, «algo que pasó hace no tanto», señalaron. Tras ellos, Màgic Cloquell dejaba bocas abiertas con su espectáculo de magia, mientras que el pianista prodigio Antón Cortés, de solo 14 años, hacía lo propio con su tipo especial de dominio con los dedos. Llegaría luego el turno de la cantante Rosa de Lima y el propio Ordinas, mientras que uno de los momentos emotivos llegó de la mano de Jaume Anglada que, al interpretar el Himno a la alegría, logró que todo el auditorio se le uniera y recibiera un sonoro aplauso. La nota de humor la pusieron Jaume Fuster y Xavi Canyelles; este último repartió su clase magistral de imitaciones –incluida la de Armengol, presente en el público– y alguna pulla, como un recado al pueblo saharaui.

Agustín ‘El Casta’ también intervendría justo antes de Anegats y Nuria Fergó, dos de los pesos pesados de una velada en la que se cantó y rió por quienes no pueden hacerlo ahora, Ucrania, un pueblo que como antes Siria, Iraq o Afganistán, se ha quedado mudo por la guerra.