La autora francesa Aurore Dupin, una de las precursoras del feminismo.

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George Sand, bajo este pseudónimo masculino Aurore Dupin alcanzó el éxito literario, aunque su nombre ha pasado a la historia más por ser la musa de Musset y la amante de Chopin que por tratarse de una de las precursoras del feminismo actual, así como una mujer que vivió el amor y el sexo en libertad. Y para sacarla del «olvido» llega a España, tras su éxito en Francia, George Sand, hija del siglo (Garbuix Books), una novela gráfica de la escritora Séverine Vidal y la historietista Kim Consigny sobre la que califican como una «figura inspiradora en un siglo en el que las mujeres recibían el mismo trato legal que los delincuentes». Educada por su abuela paterna, Aurore se casó a los 18 años con el barón Casimir Dudevant, pero se separó ocho años después tras haber tenido dos hi-jos. Hasta aquí una vida de las calificadas como normales, pero es a partir de 1931 cuando la baronesa Dudevant comenzó una historia de amor con el escritor J. Sandeau, de quien acogió su primer pseudónimo, Jules Sand, con el que escribió la que sería su primera novela Rosa y Blanca. Un año después, esta francesa de educación refinada y culta, gracias a su admirada abuela, pasó a ser conocida como George Sand, y alcanzó un gran éxito con la novela Lélia. Y es aquí donde llega a su vida el poeta Alfred de Musset, con quien inició un romance que compaginó con su carrera literaria.

Aunque, reconocen ambas autoras, Sand fue más allá, y desde su casa de Nohat (Francia), donde recibió a amigos y artistas consagrados como Franz Liszt, Honoré de Balzac, Eugène Delacroix o Gustave Flaubert, también defendió los derechos de la mujer en sus obras y participó en la revolución de 1848. Vivencias que llegan a este cómic gracias al trabajo de guion que ha hecho Vidal con las 22.000 cartas que Sand envió y recibió de familiares y amigos.

Portada de este libro sobre George Sand.

Desafío

«Ha sido uno de los principales desafíos, la mayor parte de su vida la conocemos por su correspondencia, así que hemos transformado sus cartas en diálogos», dice la guionista al tiempo que avisa que en este cómic no ha incluido dos etapas: cuando conoció a su marido y los dos años que estuvo en un convento.

Una de las partes más conocidas de Aurore es su relación con Frédéric Chopin a quien conoció cuando ella tenía 32 años y él 26. Una pareja que vivió tanto en la casa de Nohat como en Mallorca, y a quien ella ayudó con su delicado estado de salud. De hecho, la reconocida escritora francesa publicó Un invierno en Mallorca, fruto de su estancia de 95 días –entre noviembre de 1838 y febrero de 1839– en Valldemossa junto a sus dos hijos, Maurice y Solange, y el célebre compositor.