Lluki Portas y Rafel Gallego.

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Lluki Portas, con el proyecto Dama Dicta-dura, y Rafel Gallego con Chocolate son los dos autores seleccionados para llevar a cabo las residencias de 2022 del Centre de Creació de Dramatúrgia Espai el Tub, con la colaboración del Teatre Principal de Palma. Sus propuestas han sido las escogidas para realizar la residencia, que consistirá en la escritura de un texto teatral durante los meses de abril a septiembre en el caso de Portas, y de mayo a octubre en el de Gallego. Sus trabajos se estrenarán en formato de lectura dramatizada dentro de la programación del IX Torneig de Dramatúrgia-Festival de la Paraula, en el último trimestre de este año.

Durante toda la residencia, los autores contarán con la figura de un tutor o tutora que les acompañará durante todo el proceso de creación, a través de monitorizaciones digitales y presenciales. Además, durante la temporada, los residentes participarán en las diferentes actividades paralelas que se organizarán en torno al proyecto y que coordinará Catalina Florit.

'Dama Dicta-dura', de Lluki Portas

La obra de Lluki Portas parte de un personaje central, Carmen Polo, la mujer del dictador Francisco Franco. «La mujer que más influenció al gran fascista y que murió tranquilamente, sin ser juzgada, a los 88 años», detallan desde la organización en una nota. A través de la figura de Polo, Portas propone ahondar en las temáticas que siguen vigentes en este mundo extraño y de descolocación y en el que, según sostiene la autora, las derechas y las izquierdas están desdibujadas e, incluso, en algunos momentos se han cambiado los papeles. Y mientras las dos fuerzas se pelean, afirma Portas, «todo el mundo está sometido a las estrategias propagandísticas y mediáticas que chupan discursos e imágenes que desinforman a la población». El trabajo de la autora mallorquina se vincula con otros dos proyectos que desarrollan la dramaturga chilena Paulina Sepúlbeda y la portuguesa Julieta Aurora Santos, en su caso, sobre las mujeres del d

La proposta de l’autora mallorquina s’enllaça amb altres dos projectes que desenvolupen la dramaturga xilena Paulina Sepúlveda i la portuguesa Julieta Aurora Santos, en el seu cas, sobre les dones de los dictadores Augusto Pinochet y António de Oliveira.

'Cholate', de Rafel Gallego

Por su parte, Rafel Gallego se basa en el libro Ahir enterràrem un nin a Ciutat. Vida i mort de Chocolate (1965-1978), de Tomeu Canyelles. Este libro está dedicado a José Esteves de la Concepción, conocido con el apodo de Chocolate. Cuando tenía solo trece años cuando lo encontraron muerto, en 1978, en la zona que ahora ocupa el Parc de la Mar de Palma. La versión oficial es que el niño fue víctima de una sobredosis, pero nadie se preocupó nunca de verificar esta hipótesis, pues era un niño de calle que no cumplía con los arquetipos. En el breve periodo que vivió en Palma, y en buena parte gracias a su voz prodigiosa, se convirtió en una especie de juguete por parte de algunos músicos bohemios que transitaban la noche de los años 70; en activista incidental y ocupando sa Dragonera cuando los ecologistas y hippies se decidieron a salvar el islote; en estrella sorprendente del concierto Selva Rock o en protagonista ocasional de las noches de Deià de la mano de Kevin Ayers y Daevid Allen.

Según afirma Gallego, a pesar de ser una especie de cruce entre un Tom Sawyer urbano, Oliver Twist y el Zelig de Woody Allen, local y a pequeña escala, «Chocolate es un gran desconocido para la inmensa mayoría que, además, se nos aparece ahora como un fantasma que representa la inocencia de unos ideales que se diluyeron con el tiempo; una metáfora de la muerte de las utopías que habían de destruir ese mundo y crear uno nuevo, más bello; de una oportunidad perdida, reflejada en una serie de personajes, del mundo de la música, la política o el ecologismo, que se dejaron fagocitar por el sistema».