La nueva directora de la Biblioteca Can Sales, Carolina Guayta, posó en la terraza del centro. | Jaume Morey

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La Biblioteca de Can Sales cuenta con nueva dirección, aunque no es una cara nueva. Se trata de Carolina Guayta, diplomada en Biblioteconomía y Documentación que asume las riendas del espacio palmesano tras los más de 30 años de dirección de Maria de Lluc Alemany, quien ha tomado la decisión de jubilarse. Para Guayta, que ha pasado los últimos 15 años como técnica de la sala infantil y juvenil, se trata de un paso al frente dado tras el apoyo de sus compañeros y con el beneplácito de Alemany, quien le confesó que le parecía «la mejor idea».

Así pues, Guayta, accede al puesto tras presentar un proyecto de dirección que ha sido avalado por la Direcció General de Cultura y en la que se tuvo que enfrentar a otras cuatro candidaturas, y afronta ahora varios retos con ilusión y con la certeza de que «esto no para». Su primer objetivo, según detalla, es que «la transición se haga de la forma más rápida posible» con el afán de poder afrontar todas las cuestiones pendientes sobre la mesa. Entre ellas, algunas realidades heredadas, como la mejora del sistema de préstamo o la actualización de la página web, iniciadas por la anterior dirección.

Objetivos

Más allá de estos frentes, Guayta se enfrenta a nuevas disputas como la «interinidad de la plantilla», algo que «genera mucha inseguridad y situaciones algo complicadas a veces», además de la digitalización del fondo y su adaptabilidad a las nuevas tecnologías, y el arranque de las obras de reforma del edificio, ya que «las filtraciones están siendo un problema» y «se nota mucho el paso del tiempo en la estructura». Estas mejoras se encuentran en las fases previas a la licitación. Todo ello, con un objetivo muy importante en mente: «Queremos dar una imagen muy buena para la ciudadanía».

Otra iniciativa es la de la gestión cultural, algo de lo que Guayta sabe bastante ya que ella misma era la encargada de ello en la sala juvenil e infantil, lo que «ahora es mucho más complicado porque se trata de todas las salas al mismo tiempo». A ello se suma el querer dar a conocer el «fondo histórico» y la labor de sus «investigadores» al público general, ya que ese es al «que va dirigida esta institución», y por esta razón se pretende informar y comunicar debidamente acerca de estas labores.

Por otro lado, Guayta también reconoce que al principio no tenía muy claro presentarse o no al puesto. «Fueron mis compañeros los que me animaron y me dijeron que debía hacerlo» por varias razones. Por un lado, «sabían que podía» y, por otro, «temían que viniera alguien de fuera y lo descolocara todo, porque nunca se sabe». No obstante, fue la «bendición» de Company lo que la acabó de convencer, ya que fue ella quien le dijo que «para dirigir una biblioteca, primero hay que quererla», algo que Guayta comparte al máximo. De Company, de hecho, reconoce haber aprendido mucho, a pesar de los roces típicos del día a día, y con quien trabajó codo con codo en los últimos años, siendo ella misma la que se encargaba de tareas de economía y demás, algo que se ha tenido en cuenta en su elección. Así pues, Guayta afronta desde una nueva posición algo que ya hacía desde hace años: cuidar de Can Sales como lo haría cualquiera de sus usuarios ya que ella misma lo ha sido desde siempre. «De hecho, la primera vez que estuve en una biblioteca fue dentro de la barriga de mi madre», reconoce quien ahora afronta este nuevo reto desde «la ilusión».