La actriz Laure Calamy, junto al director Èric Gavel, en la Sala Augusta de Palma. F | Jaume Morey

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La Sala Augusta de Palma sirvió este jueves de escenario de uno de esos actos como los de antes, con público y los protagonistas in situ, en el cine mismo. En esta ocasión, los invitados en Palma fueron Èric Gavel, director de cine canadiense quien junto a la actriz francesa Laure Calamy, recién llegados de París presentaron A tiempo completo, cinta de denuncia social que ayer contó con la conexión de una treintena de cines de toda España que, con motivo del Proyecto Viridiana, no quisieron perderse la oportunidad de participar en el coloquio posterior al visionado del filme que fue preestrenado en esta sala de Palma.

Los dos protagonistas del evento, Gavel y Calamy, atendieron a los medios antes de la proyección de esta cinta que sigue la historia de Julie, una madre que, por fin, logra una entrevista de trabajo y así criar mejor de sus hijos. El inconveniente es que una huelga de transportistas le genera problemas para llegar. A raíz de ello, la cinta ofrece un retrato de las kellys y los movimientos colectivos que «no busca dar un mensaje, sino expresar a través de los sentimientos de los personajes», según detalló el director.

Gavel, a su vez, explicó que es cierto que se genera un «conflicto» entre los intereses de dos tipos de trabajadores: los transportistas y la propia Julie. No obstante, el cineasta no «busca esa lucha» para mostrar una disputa entre ambos sectores, sino «mostrar la realidad, las contradicciones y las zonas grises de un mismo colectivo». Eso sí, «estas huelgas en Francia se han visto siempre como un mal necesario». Por esta razón, Gavel desgranó algunos detalles como que la inspiración directa de algunas circunstancias del filme es una gran huelga de transportes en Francia en los años 90 y que, a raíz de ello, se genera un paralelismo entre las luchas de este colectivo y la de Julie.

El director recordó, entre otras cosas, que la cinta se rodó durante la pandemia y no había gente ni coches en la calle, por lo que tuvieron que improvisar con pocos figurantes y, al mismo tiempo, se encontraron con otros problemas como que la anterior cinta de Calamy, Vacaciones contigo... y tu mujer se había estrenado recientemente cuando grababan y tenían que tener cuidado con las vallas publicitarias que se colaban en las escenas.

Angustia

La actriz confesó que «al leer el guion me pareció impecable e implacable» y que «lo que me interesó es cómo vive el personaje en el presente y atraviesa sus inquietudes». Esa idea, de hecho, la del frenetismo, es algo perseguido por Gavel quien destacó que «me inspiré en la Nueva York de los 70» y el resultado es «una peli angustiosa, sincopada», y con un ritmo muy elevado. De ahí el uso de la música, electrónica, que era «la que tenía en la cabeza cuando escribía el guion» y que ayuda a dar la sensación de inmediatez en la vida deJulie. También la ciudad de París, donde se ambienta la trama, juega un papel fundamental «porque quería alejarme de esa imagen romántica y dar la de una ciudad impersonal que es un lugar de trabajo, mientras que el descanso y la vida real ocurren fuera, en el campo». Allí es donde precisamente vive Gavel quien confiesa «haberme inspirado en la gente que veo a diario».

Calamy, por su parte, anunció que para preparar el papel acudió a «varios hoteles de diferentes estrellas para ver cómo trabajaban las kellys». De hecho, «al ver el proyecto por primera vez quise reunirme con algunas trabajadoras de hotel y, alrededor de un genial cuscús, nos contaron sus experiencias, con las lesiones que este duro trabajo les generan». A su vez, la intérprete incide que «no me pareció nada fácil en un primer lugar, pero cuando vimos las dimensiones de los hoteles, con habitaciones de 200 metros cuadrados o baños más grandes que algunos apartamentos normales, me quedé alucinada».

Asimismo, Calamy también reveló que tiene una amiga dentro del sindicato de kellys en Francia y que eso la ayudó a sentirse «más interesada en el proyecto» para el cual ha mezclado su «imaginario con el de Gavel para crear un personaje con muchas capas» y así construir una Julie de la que «no sabes realmente mucho y todo ese misterio me gustó», pero al mismo tiempo, «mostrando muchas facetas de una misma mujer, como las infinitas caras de una misma persona», explicó. Tras la proyección del filme se dio paso a un coloquio en el que el público presente, así como el que estaba conectado telemáticamente desde las casi 30 salas que participaron, pudieron realizar preguntas tanto al cineasta canadiense como a la actriz gala quienes, de muy buena gana, contestaron a todos los interesados.