Laura Serra, Paula Martos y Mercè Medina. | Teresa Ayuga

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En la semana del 8-M es muy común encontrarse con programas, festivales, eventos y otras actividades dedicadas a celebrar la figura de la mujer. Sin embargo, más allá de esta fecha, sigue costando que ellas, las creadoras, sean las protagonistas. Es lo que precisamente lamentan tres jóvenes músicas, la pianista Laura Serra (Palma, 1996), la flautista Mercè Medina (Felanitx, 1991) y la chelista Paula Martos (Eivissa, 1992) que, cansadas de interpretar un repertorio predominantemente masculino, decidieron crear su propio proyecto: Músiques d’Elles. Este domingo, a las 12.00 horas, actuarán en la iglesia de la Colònia de Sant Pere, dentro de la segunda edición del Cicle de Joves Intèrprets.

Músiques d’Elles nació durante la pandemia como dúo, con Serra y Medina, que tenían la intención de interpretar obras de compositoras tan importantes pero a menudo olvidadas como Clara Schumann.
Sin embargo, la iniciativa se fue ampliando y apostaron por buscar también a autoras contemporáneas. Así surgió la colaboración con Mercè Pons, que creó para este proyecto Transformacions, inspirada en la idea de las «constantes transformaciones que se producen en la naturaleza» y que contiene «un fragmento de un himno de Hildegard von Bingen, la primera mujer de la que se conservan partituras».

Transformacions se incluye en el disco que grabaron en Cas Músic, en Santa Eugènia, y lanzaron a principios de este año Serra y Medina –antes de la incorporación de Martos– y en el que también figuran las piezas de Amanda Jane Fox, Mel Bonis, Amanda Harberg y Lili Boulanger. El formato físico de este álbum consiste en un pequeño libro con explicaciones de las diferentes piezas que lo conforman y de sus compositoras, un código QR para poder escuchar las canciones en las plataformas digitales, así como una ilustración realizada por Marina Uguet Ibáñez y que cuenta con el diseño de Elena Zafón. Una carta de presentación de lo que es Música d’Elles: «un proyecto abierto a todas las creadoras que quieran compartir su arte». De hecho, están abiertas a ampliar la plantilla y avanzan que lo que es ahora un trío puede llegar a ser una orquesta.

«Queremos visibilizar la música que escribieron tantas mujeres que, por culpa de la época en la que les tocó vivir fueron silenciadas. De la misma manera en que nos parece lo más normal escuchar en los conciertos piezas de Robert Schumann, Bach o Beethoven, también debería serlo escuchar las de Clara Schumann, o Louise Farrenc», señalan. «Tenemos la suerte de haber vivido en otros tiempos porque si alguien, como les sucedió a ellas, nos hubiera impedido dedicarnos a la música, nos habrían censurado como personas», declaran. En todo caso, aseguran que no es un proyecto anclado en el pasado, sino que mira hacia el futuro.