El artista Martín Garrido posa ante algunas de las obras expuestas en NuruGallery.    | Jaume Morey

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Cuenta Martín Garrido (Barcelona, 1982) que pintó su primer cuadro a los 4 años y, desde entonces, no ha parado de trabajar. También cuenta que nació el mismo día que Velázquez «o, al menos, según algunos historiadores» y que además lo hizo en el hospital de Barcelona en el que murió Dalí. Sea como fuere, el artista creció rodeado de arte, terreno que ha cultivado en diferentes disciplinas, también la literatura y el cine. Ahora, Garrido exhibe los cuadros pintados en los últimos dos años, los más «representativos» de este periodo, en la Nuru Gallery de Palma (La Rambla, 15). La muestra, que incluye cerca de 30 piezas inéditas, no lleva título, pues «un título no definiría el conjunto de obras». La inauguración se celebrará esta tarde a partir de las 20.00 horas y la exhibición podrá verse durante un mes.

Garrido define su estilo como «neoexpresionista» y reconoce que en los últimos años se ha ido «ablandando». «A diferencia de otras épocas en las que el simbolismo era más desagradable y áspero a la vista y a los sentidos, últimamente me he vuelto más complaciente». Asimismo, destaca que es muy exigente, «borro más que pinto» y, desde la pandemia, confiesa que está más encerrado en sí mismo, a pesar de que experimentó un periodo muy creativo. En este sentido, señala que es una persona «ordenada dentro del caos» y que el arte es la manera que tiene de «canalizar» tanta destrucción.

«Mi vida se puede leer en mi obra, es lo que me define. No me tengo mucho aprecio como ser humano, solo como artista. La vida sin arte no tendría sentido. Creo que el mundo da vueltas porque hay locos como yo que cumplen sus sueños», declara Garrido, quien recuerda que hace muchos años que no expone en Mallorca, aunque asegura que no es por ningún motivo en concreto. No obstante, lamenta que «el arte se ha prostituido mucho». «Nos fastidió mucho Tàpies, que no sabía ni dibujar una manzana. Mi primer maestro, cuando yo tenía 9 años, me dijo que cuando consiguiera dibujar una manzana y la pudiera coger, luego ya podría pintar lo que quisiera», explica. El artista está a punto de publicar una novela y de estrenar en cines su última película, Vidas tenebrosas.