El cantante Rodrigo Cuevas actúa este sábado en la sala Es Gremi.

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Transgresor, provocativo y extravagante. Los calificativos se agotan a la hora de definir al músico, cantante y compositor Rodrigo Cuevas, un tsunami artístico que desde Asturias está conquistando al público con una propuesta radical, que combina canción tradicional y electrónica con una estética cabaretera y toneladas de humor rural. Un mejunje que el propio artista define como zarzuela bufa, y que trasladará al ciclo Mallorca Live Nights, en la sala Es Gremi este sábado, a partir de las 21.00 horas.

Este agitador folclórico, mezcla entre señora asturiana y cabaretera con pintas de Freddy Mercury, le ha dado una provocadora vuelta de tuerca a la tradición musical asturiana. «El arte debe provocar», constata. Empezó en 2012 con Yo soy la maga, un EP que pasó desapercibido para el gran público. Dos años más tarde puso en marcha su espectáculo de electrocuplé, y ya en 2016, gracias a otro EP, Prince of Verdiciu, pasó a convertirse en un icono de la cultura popular asturiana. El mundo por montera fue su segundo espectáculo, cargado de versiones en las que Rodrigo trazaba una revisión electro-folk repleta de humor y conectada a la tradición con un discurso transgresor, lúcido y sexy que rompía las barreras de la corrección política.

Su siguiente show, el aclamado Trópico de Covadonga, recogía un salto cualitativo que se distanciaba del sonido casiotrón para profundizar en latitudes más solemnes, producido por Raül Refree. Este espectáculo era la traslación al escenario de su segundo LP, Manual de cortejo (2019), un disco seductor que no solo refleja la fuerte comunión creativa entre Cuevas y Refree, también el engranaje real y necesario entre la tradición y la modernidad, entre la vida en la montaña y la celeridad urbana. Lo hacía «a través de la voz y la percusión de la música tradicional asturiana», confirma el autor, quien subraya la aportación del productor catalán, quien dio «coherencia, profundidad y calidad a los temas».   

Manual de Cortejo entró en las listas de lo mejor del año en Radio 3, además de acaparar los Premios de la Música Independiente a Artista Revelación y Mejor Álbum de Fusión y Músicas del Mundo. Pese a contar con numerosos galardones y el apoyo de los medios, Rodrigo Cuevas sigue siendo el blanco de las críticas de los puristas, que ven en su propuesta un ataque a la cultura popular. «Están totalmente equivocados, todo lo que hago es desde el amor y el respeto», afirma. Pese a quien pese, su estilo desenfadado y, por qué no decirlo, bizarro, triunfa independientemente del lugar. «Es una de las cosas que más me gusta, que el folclore llegue a todos, es muy transversal», zanja el cantante y compositor asturiano.