Maria-Antònia Oliver, en una imagen de archivo. | M. À. Cañellas

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La reconocida escritora y traductora Maria-Antònia Oliver (Manacor, 1946) falleció este jueves a los 75 años de edad. La creadora de la mítica y pionera detective Lònia Guiu –protagonista de las novelas Estudi en lila (1985), Antípodes (1988) y El sol que fa l’fànec (1994)- residía en Biniali desde hacía varias décadas. El verano de 1997 le trasplantaron el corazón y, desde entonces, su estado de salud se volvió más frágil. Al año siguiente, la muerte de su marido, el reputado escritor catalán Jaume Fuster, le incapacitó para volver a escribir.

Tal y como publicó en primicia Ultima Hora, Oliver decidió hace unos meses ceder su casa particular, que también fue la de su esposo, ubicada al lado de la iglesia de Sant Cristòfol de Biniali, «a la Cultura». Ese deseo lo materializará la Obra Cultural Balear, entidad que preside Josep de Luis hasta el próximo 24 de febrero, cuando lo sucederá Joan Miralles. Sobre este proyecto, DeLuis asegura que «la futura junta se encargará de preservar la voluntad de la escritora». Esta tarde, a las 17.00 horas, amigos de la autora leerán algunos textos para recordarla delante de esta misma casa. El Ajuntament de Manacor anunció que las banderas de su ciudad natal ondearán a media asta y decretará dos días de duelo oficial.

Homenaje

El pasado diciembre, para celebrar su cumpleaños, la investigadora y filóloga Pilar Arnau organizó junto a Glòria Forteza-Rey y Francesc Sanchís, propietarios de la librería Embat de Palma, un sentido e íntimo homenaje en el Teatre Mar i Terra de Palma. En el evento participaron Begoña Méndez, Margarida Aritzeta, Antoni-Lluís Reyes y la actriz Apol·lònia Serra. Ese fue el último acto público al que asistió la escritora.

Figura clave de la prolífica generación literaria de los 70 junto a autores como Guillem Frontera, Antoni Serra, Antònia Vicens, Gabriel Janer Manila, Miquel López Crespí o Llorenç Capellà, fue distinguida con importantes reconocimientos, como el Premi Ramon Llull del Govern Balear (2003), la Creu Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (2007) o el Premi d’fHonor de les Lletres Catalanes (2016).

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Oliver revolucionó el género de la novela negra con el personaje de Lònia Guiu, una investigadora atípica y moderna, pero firmó una larga lista de obras que ya forman parte de la historia de la literatura catalana: Cròniques d'un mig estiu, Cròniques de la molt anomenada ciutat de Montcarrà, El vaixell d'Iràs i no Tornaràs,    Joana E (Premi Prudenci Bertrana 1991), Tallats de lluna o Amor de cans (Premi Llorenç Villalonga dels Ciutat de Palma), entre muchas otras. Esta novela, publicada en Edicions 62 en 1995 y reeditada por Ifeelbook en 2018, se convirtió en una serie de televisión de la mano de IB3 y Nova Producciones. La ficción, dirigida por Maria Togores y adaptada por Toni-Lluís Reyes, tiene tres temporadas y se emitió entre 2018 y 2021. Reyes, junto a Francesca Vadell y Catalina Florit, subió al escenario Joana E, que pudo verse en octubre en el Mar i Terra.

Oliver también publicó narrativa breve, infantil y juvenil, obras de teatro, traducciones y guiones de cine y televisión. En el primer apartado figuran títulos como Margalida perla fina, publicado originalmente por Publicacions de l’Abadia de Montserrat en 1985 y que el sello local Ifeelbook recuperó en 2017. Esta editorial, fundada en 2014, también reeditó otras de sus trabajos más    célebres, como su traducción de Moby Dick, de Herman Melville. La mallorquina también tradujo a Natalia Ginzburg, Robert Louis Stevenson, Mark Twain, Jules Verne y Virginia Woolf, entre otros. Asimismo, formó parte del colectivo Ofèlia Dracs.

En cuanto a las obras de teatro, sobresalen Negroni de ginebra –estrenada en el Zitzània Teatre de Terrassa en 1991– y La dida, publicada por Editorial Moll en 1996. Este último título era una adaptación de la obra de Salvador Galmés y se estrenó el 31 de octubre de 1996 en el Teatre Principal de Palma. Nova Editorial Moll recuperó esta joya en 2020. En el campo audiovisual, trabajó en guiones para cine, televisión y radio, entre los que destacan Vegetal, Muller qui cerca espill o Que patines, Laura?

La luz de Maria-Antònia Oliver se apagó este jueves, pero su voz, a través de su vasto legado, seguirá acompañando a los lectores.