«José Manuel Caballero Bonald quedó proscrito en Mallorca porque Cela mandaba mucho»

«Trabajo desde hace años sobre Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926 – Madrid, 2021) y pensé que valía la pena fundir todos los artículos que he escrito sobre su figura para llegar a una visión de conjunto», comentó Neira, autor de una extensa biografía titulada Memorial de disidencias. Vida y obra de José Manuel Caballero Bonald, editada por la Fundación José Manuel Lara (2015) y con la que ganó el Premio Antonio Domínguez Ortiz de biografías en el año 2014. Neira explicó que «el título de Gestión de simulacros procede de un verso de Caballero Bonald, que incide en dos componentes fundamentales de su obra: la vida y la ficción, lo vivido y la adulteración (que no falsificación) de lo vivido a través de la memoria», y detalló que «él concibe su obra como esa fusión entre realidad y ficción».

‘Papeles de Son Armadans’

En el libro se cita el inicio, en 1956, de la revista Papeles de Son Armadans, la publicación literaria más importante de la posguerra, fundada por Camilo José Cela en Mallorca, y que contó con el poeta, en la función de subdirector y agente de la revista en Madrid. Antes, había colaborado con el futuro Nobel como documentalista de varios libros de viajes. «Caballero Bonald trabajó en los temas de redacción de la revista y jugó un papel muy importante en el contacto con los autores más jóvenes, como los de la Escuela de Barcelona o la Escuela de Madrid y, además, tenía una buena relación con muchos de los escritores en el exilio».

La revista alcanzó los 276 números, desde su aparición en abril de 1956, con un ejemplar con poemas de Dámaso Alonso y Carles Riba, y ensayos de Gregorio Marañón y Josep Maria Castellet, entre otros, hasta marzo de 1979. La historia de la revista recoge las colaboraciones de un total de 1.070 autores. Caballero Bonald se trasladó a Palma en marzo de 1956. Neira aseguró que «él fue muy feliz en Mallorca, después lo pasó muy mal a causa de la relación adúltera con Rosario Conde, mujer de Cela, y sintió que, por un lado, traicionaba a su amigo y, por el otro, estaba muy enamorado; en los ambientes de la Isla quedó proscrito porque Cela mandaba mucho».

El literato se casó con la mallorquina Pepa Ramis Cabot, hija del periodista Rafael Ramis Togores, y fue un habitual de las tertulias literarias del bar Riskal de Palma, con la presencia de Llorenç Villalonga. En sus memorias, el de Jerez recordará los paseos por los alrededores de la Almudaina, el Born y la calle Calatrava, donde se encontraba la imprenta de Mossèn Alcover. El profesor apuntó que «algunos de los estudiosos más importantes de la obra de Caballero Bonald están en Mallorca, como Maria Payeras, y también Díaz de Castro ha reseñado los libros del poeta», y concluyó que «las huellas de Caballero Bonald perduran en Palma a través de sus estudiosos».

Análisis

El libro Gestión de simulacros analiza las claves y etapas de la obra de la poesía de Caballero Bonald, se fija en el papel del autor durante la Transición y dedica un capítulo a la música, en general, y al flamenco, en particular. «La música se convierte en mecanismo detonante de la manifestación de la memoria», escribe Neira, al comentar un poema del andaluz. A su vez, describe que «el rasgo principal de su trayectoria como escritor es la disidencia, tanto desde una perspectiva personal y ciudadana, como en clave poética». El autor analizado conocía bien las páginas de este libro. «Conocía el texto y le hacía ilusión que saliera publicado», recordó Niera. La muerte le llegó a Caballero Bonald el 9 de mayo de 2021. Esos días se realizaban las pruebas de imprenta del volumen.