Los premiados posaron junto con el presidente de la OCB, Josep de Luis tras la entrega de los galardones en el Auditori de Manacor. | Pilar Pellicer

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Tras una edición marcada por la pandemia del coronavirus, la Nit de la Cultura que organiza la Obra Cultural Balear (OCB) ha regresado este sábado por todo lo alto y ha recuperado la ansiada normalidad con una gran ceremonia en la que se han entregado los Premis 31 de Desembre a aquellas personas o entidades cuyos proyectos, acciones e iniciativas defienden y promueven la lengua y cultura catalanas. La velada ha salido de Palma y se ‘mudó’ al Auditori de Manacor en una gala presentada por la actriz Agnès Llobet y el intérprete y dramaturgo Toni-Lluís Reyes. Contó con las actuaciones musicales de Joana Gomila, Jantià, Cabot, Marta Elka y Antoni Pastor. Una velada que marcó el inicio del 60 aniversario de la OCB, que se conmemora en 2022.

Con la platea del Auditori prácticamente llena y con un escenografía diseñada por Jaume Falconer e inspirada en las Germanies por su 500 aniversario, las cantantes Joana Gomila y Laia Vallès dieron el ‘sus’ a la velada con su música popular. Después, fue el turno de uno de los momentos más reivindicativos de la noche, el discurso de Josep de Luis, presidente de la OCB. «Me complace reencontrarnos presencialmente después de las obligadas restricciones sanitarias que el año pasado nos abocaron a una Nit de la Cultura atípica». Así arrancó su discurso el presidente de la OCB, Josep de Luis, en el que relató los hitos logrados por la entidad durante el año que termina y los retos que presenta el futuro, un futuro que no contará con él porque «no repetiré como candidato».

De Luis destacó, sobre todo, dos proyectos importantes para el año próximo. El primero, la reforma de la sede de la OCB en Palma, Can Alcover, que contará con más espacios de trabajo para «seguir impulsando la incansable labor en defensa de la lengua, cultura y país». El segundo, cerrar los «flecos» para la cesión de la casa en Biniali de la escritora Maria-Antònia Oliver, que compartió con Jaume Fuster, para convertirse «en un lugar de encuentro, inspiración y descanso para escritores» y «una referencia cultural en los Països Catalans».

El presidente de la OCB, que reconoció que el camino hasta llegar a este momento «no ha sido fácil», celebró también acciones de la entidad como las campañas Comença amb un bon dia y La Justícia també en català, así como el ciclo de cine CinemaCat o sus «movilizaciones en contra de la sentencia de los líderes del Principat de Catalunya», entre otras. Por último, y tras admitir que ahora más que nunca es necesario «hacer política, mucha política, pero sin entrar en pugnas partidistas», Josep de Luis finalizó su discurso citando a uno de los primeros socios de la OCB e impulsor de la «hermana» de esta institución, Òmnium Cultural, Joan Babtista Cendrós: ‘Poder lluitar pel país propi, és un plaer dels Deus».

Tras este ovacionado discurso, la noche continuó con la música del grupo Cabot y la entrega de los reconocimientos. Rafel Horrach fue el primero en recogerlo y lo dedicó a Costitx, «el pueblo que me ha dado la lengua y la cultura». En su discurso comparó los ‘agermananats’ con el pueblo de Catalunya. «El 1 de octubre hizo avanzar hacia adelante, crear espacios de libertad, el pueblo que creó derechos cívicos». Desde el Teatre Sans, Pepa Ramón agradeció a «todas las personas que han contribuido a hacernos un hueco en las artes, a los creadores, a los artistas, al público. La cultura es un bien esencial y muy frágil».

El Auditori de Manacor se llenó prácticamente hasta la bandera
El Auditori de Manacor se llenó prácticamente hasta la bandera.

La notaria Maria Josep Cànaves recogió el premio Bartomeu Oliver que compartió con «el equipo y trabajadores que hacen posible que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos lingüísticos con normalidad». Mateu Morro agradeció el galardón y tuvo palabras también para sus padres, «que me transmitieron la historia de los Norats».

Investigación

Por la investigación de las Germanies, Maria Margalida Perelló recogió el Premi Baltasar- Rosselló Porcel y agradeció a la OCB «por luchar contracorriente e impulsar nuestra lengua y cultura, gobierne quien gobierne». La editorial Lleonard Muntaner fue otra de las galardonadas. Maria Muntaner destacó que «se premia una manera de entender la edición en lengua catalana. Nosotros no sabríamos trabajar de otra manera». Desde el Espai Mallorca, su presidente Martí Colom pidió a las instituciones «implicación para que sean valientes y colaboren con nuestra entidad». También Antònia Maria Cirer, en nombre de SOS Sargantanes, agradeció el galardón y animó al Govern «a luchar para que no entren más especies invasoras porque la sargantana es la seña de identidad de Eivissa».

Entre las autoridades políticas, socios y simpatizantes de la OCB que asistieron a la gala destacaron el conseller de Fons Europeus, Universitat i Cultura del Govern, Miquel Company; la directora general de Política Lingüística, Beatriu Defior; la consellera de Cultura de la Generalitat, Natàlia Garriga; la presidenta del Consell, Catalina Cladera; la consellera de Cultura del Consell, Bel Busquets; el director Insular de Política Lingüística, Lluís Segura; los alcaldes de Manacor, Miquel Oliver, Inca, Virgilio Moreno, y Costitx, Antoni Salas, así como el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, y Tomàs Llopis, de Acció Cultural del Paíis Valencià (ACPV).

Un recuerdo a Damià Huguet en el 25 aniversario de su fallecimiento y el anuncio del regreso del Correllengua en 2022 después de nueve años pusieron la guinda a una Nit de la Cultura que terminó, como manda la tradición, con La Balanguera.

El apunte

Un calendario conmemorativo dedicado a Joan Miró y Pere A. Serra

En 2022 se celebra el 60 aniversario de la Obra Cultura Balear. De Luis, en su discurso, recordó que «el 31 de diciembre de 1962 el grupo de 31 miembros fundadores crearon la entidad que ha asumido papeles claves en momentos decisivos de nuestra historia como pueblo hasta convertirse en referente del conjunto de personas comprometidas con la defensa de la Lengua, Cultura y País». El presidente hizo referencia a que en 1977, en un momento de dificultades económicas, se contó con la implicación de Joan Miró que, junto con el lema de Josep Maria Llompart «cada poble llaura el seu futur», se hizo una serie y una tirada que permitieron resarcirse de la situación financiera. Destacó que «a Joan Miró y a otro socio y amigo como Pere A. Serra, hemos dedicado el calendario conmemorativo del 60 aniversario de la entidad. Desde aquí el agradecimiento a la Successió Miró y a la familia Serra por su generosidad y permitir la edición del calendario».