Proyecto transmedia. Sobre estas líneas, la autora Paula S. Piedad. | JORDI VINUESA

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Afàsia (Adia Edicions), el poemario que le valió a Paula S. Piedad el Premi Miquel Bauçà 2020, trasciende la palabra escrita y se convertirá en un proyecto audiovisual. Concretamente, Piedad (Cornellà de Llobregat, 1997) está trabajando en una pieza de «videoarte» a partir de la obra Ciutat caníbal, que se incluye en el citado libro. La voluntad, explica, es «captar cinematográficamente la fuerza del poema».

«Con esta obra, el lector puede hacer el recorrido del personaje, seguirlo por donde camina. La protagonista, el yo lírico, es una mujer que ha vivido una experiencia inquietante y oscura. Mientras reflexiona sobre esto, va caminando por Barcelona y esa angustia va subiendo y, en el texto, las palabras son cada vez más oscuras», detalla. En Afàsia, señala, cada composición podría ser como un capítulo de una novela y Ciutat caníbal también se relaciona con los poemas que le preceden y los que le siguen.

En la imagen de la izquierda, el equipo del proyecto, Mariona Margarit (actriz), Piedad, Helena Colom y Thiago Ragazi (operadores de cámara) y Carla Collado (montaje). Fotos: Jordi Vinuesa

El yo lírico, pues, se siente perseguida, acosada sexualmente. Pero no es una persona quien ejerce esa tremenda violencia, sino la ciudad, el paisaje urbano. «Es un juego con el espacio y la angustia del personaje», matiza la autora. Piedad toma el nombre del trastorno del habla para reflexionar sobre el trauma, el abuso y la violencia. «La persona que sufre afasia no puede verbalizar lo que tiene en la cabeza. De ahí que también se aborden el miedo y el machismo, aunque no están explícitamente», justifica.

En la pieza audiovisual, que está en fase de montaje, la música también es un elemento clave. «Cuando el año pasado fui finalista del Premi Art Jove de Poesia Salvador Iborra, que convoca la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana, tuve la oportunidad de conocer personalmente al dúo Jansky, Laia Malo y Jaume Reus, que impartieron un taller de electroverso. Me gustó muchísimo y cuando publiqué Afàsia tuve claro que quería hacer más cosas a partir del libro. Así que primero decidí recurrir al electroverso, pero después opté por una pieza de videoarte», cuenta. «Escucharlos me abrió un mundo nuevo, me di cuenta de que se podía disfrutar de la poesía de una forma más punki, no solamente desde la lectura o los recitales habituales», subraya.

De cara al 25-N, Día Internacional contra la Violencia Machista, Piedad confiesa que es «pesimista» respecto al panorama actual. «Ahora mismo los posicionamientos se están radicalizando, quien es feminista no está para tonterías y los machistas lo son más que nunca», concluye.