El escritor menorquín Josep Sansaloni en una imagen reciente.

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Para algunos autores, su primera novela es un proceso tortuoso y largo. No es que para Josep Sansaloni (Ferreries, 1992) haya sido todo un camino de rosas, pero se estrena con Un final, su opera prima, en nada menos que la editorial RaigVerd, que era «mi primer objetivo y cuando me enteré de que me aceptaban me puse muy contento». Y desde que la novela salió, allá por el mes de octubre, no ha hecho más que recibir buenas noticias. A la espera de que este menorquín pueda venir a presentar su libro a Mallorca, ya lo ha hecho en Barcelona y en su Menorca natal.

La historia de Un final, que se enmarca en la ciencia ficción, se ambienta en una catástrofe mundial en la que una lluvia ácida amenaza con fundir el mundo entero.En ese contexto, y sin que se sepa el origen de la lluvia, los dos protagonistas de la acción, mediante una de las tecnologías más dominantes de esa sociedad, experimentan a través de unas pastillas vidas enteras y emociones de otras personas con el fin de pasar sus últimos momentos de la manera más intensa posible o, si pueden, salvarse. A medida que la trama avanza, explica Sansaloni, «se van conociendo más detalles y se desvelan elementos que permanecían ocultos al inicio del libro».

Satisfacción

Con este trabajo, que empezó a escribir hace «cinco años», el joven autor se estrena en un sello «cuyo catálogo siempre me ha gustado porque tienes literatura internacional de primer nivel, pero también apuesta por el talento joven y local, que suele ser bastante desconocido, y que supone correr mucho riesgo para una editorial independiente como Raig Verd», explica el escritor. Sobre las influencias que le han marcado a la hora de escribir Un final, así como otros escritos suyos, Sansaloni se desmarca de la ciencia ficción: «Sí que me ha interesado, pero siempre me he sentido mucho más influido por Borges, Cortázar o Gabriel García Márquez. Pensé que cosas como el realismo mágico podría hacerlas realidad o verdad a través de la ciencia ficción, y me lancé a ello».

Además, cita otros tres autores como los gigantes sobre cuyos hombros se siente más cómodo Sansaloni. Uno de ellos es José Saramago, de quien destaca principalmente su Ensayo sobre la ceguera, en el que «el simbolismo de la catástrofe me gustó mucho porque no es un catastrofismo por catastrofismo, sino que sirve para hablar de otras cosas». Sus otras dos referencias principales son Juan José Saer, autor argentino y considerado uno de los más importantes de la literatura latinoamericana y en español del siglo XX. Y, finalmente, la ya mítica Ursula K. Le Guion, autora americana del ficticio mundo de Terramar y ganadora de premios de gran calibre como el Nébula o el Premio Hugo. «A lo mejor no se notan mucho en esta novela», sugiere Sansaloni, «pero ahí están».