Stephanie Schulz y Mark Julian Edwards son los autores del libro ‘Caras de Mallorca’. | Olga Poppius

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Nunca habían trabajado juntos, pero su amor y pasión por la Isla y sus gentes les ha unido en un nuevo y «apasionante» proyecto editorial. Ella, Stephanie Schulz, es alemana; él, Mark Julian Edwards, es británico. Y juntos firman el libro Caras de Mallorca, volumen en el que cuentan nuestra historia a partir de los «fascinantes» relatos de rostros de la sociedad balear, algunos muy conocidos y otros todavía por descubrir; desde Toni Nadal, tío y exentrenador del astro del tenis, hasta las monjas de clausura de Santa Clara. La publicación se articula a partir de fotografías de los protagonistas, un total de 59, acompañadas de sus vivencias, recuerdos, curiosidades, anécdotas cargadas de nostalgia y otros aspectos más desconocidos de todos ellos. Lo presentarán este jueves 11 de noviembre, a partir de las 19.30 horas, en las Bodegas Suau en Pont d’Inca (Camí de la Cabana, 12).

Empresarios, deportistas, músicos, políticos, productores, artistas, periodistas, historiadores, médicos... Son las ‘caras de Mallorca’ que de manera «muy cuidadosa» han seleccionado Stephanie Schulz y Mark Julian Edwards, unos rostros que, para ambos autores, «definen y ofrecen otro relato de la historia de Mallorca y su sociedad», detallan los autores a Ultima Hora.

Así, en el libro encontramos personalidades como el artista Joan Aguiló –que, precisamente, ilustra la portada del volumen–; los también creadores Francesca Martí o Joan Bennàssar; Carmen Serra, presidenta del Grup Serra; el periodista Esteban Mercer; Jordi Maranges, músico; Baltasar Picornell, expresidente del Parlament; Antònia Muntaner, cocinera del restaurante de cordero Es Verger; el poeta Biel Mesquida; el psiquiatra Javier Kuhalainen; el pastor Biel Truyols Font; Amador Bernat Poquet, conductor del tren de Sóller; el luthier Antonio Morales Nogués;Tomeu Bestard, historiador del Ajuntament de Palma y cronista de la ciudad; Tomeu Arbona, del Fornet de la Soca; Gabriel Coll, el director de Quely, y así hasta cerca de sesenta personalidades que Schulz y Edwards consideran claves para radiografiar y definir la sociedad mallorquina.

Percepción

En realidad, uno de los objetivos principales de Caras de Mallorca es dar un giro a la percepción internacional de Mallorca únicamente como destino de sol y playa. «Queremos cambiar la percepción de que hay algo más que eso, porque Mallorca es un lugar diverso y fascinante, su gente es rica en el sentido de que tiene muchas historias que contar, tiene tradiciones increíbles, una identidad fuerte», apunta Edwards. «En Alemania, de donde yo soy, la mayoría de la gente tiene una visión única de Mallorca, la del sol y la playa, pero hay muchísimas cosas más que están asociadas a la Isla y que en mi país y el resto de países del mundo entero tienen que conocer», sostiene, por su parte, Schulz, quien agrega:«A partir de nuestras entrevistas, los lectores aprenderán sobre la vida política de la Isla, sobre su cultura, su historia, sus tradiciones, todas las personas que hemos fotografiado y entrevistado nos han contado muchísimas cosas, de su pasado, de la manera de ser de los mallorquines; el libro es una manera accesible de descubrir Mallorca».

Sí hubo algunas entrevistas que les impactaron por su carácter «especial», como por ejemplo con las monjas de clausura de Santa Clara, «hablamos con ellas desde el otro lado de unos barrotes, fue una experiencia increíble porque no suelen hablar con personas que no vivan en el convento y que nos dieran su tiempo fue un auténtico regalo», recuerda con entusiasmo y emoción Schulz, o con el músico, compositor y activista de los derechos LGTBI+ Jordi Maranges, en el caso de Edwards, porque «me descubrió que la vida puede ser un reto en muchas ocasiones».

Además, sus fotografías y las del resto de protagonistas del libro se exhibirán también con una exposición en las Bodegas Suau que se podrá ver hasta el 18 de este mes.

Internacional

Caras de Mallorca irrumpe en el mercado editorial con vocación «internacional» y se publica en cuatro idiomas: inglés, castellano, alemán y catalán. «Queríamos hacer un libro atractivo para los visitantes y que hiciera sentir orgullosos a los mallorquines», concluyen.