Los artistas Elo Vega (izquierda) y Rogelio López Cuenca (derecha), con Imma Prieto ‘dentro’ de la exposición. | M. À. Cañellas

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Las Islas, exposición de los artistas Rogelio López Cuenca y Elo Vega, plantea en Es Baluard de Palma una reflexión que abarca desde la explotación colonial occidental hasta el presente más inmediato, relacionado con el ocio y el «mal llamado» modelo turístico. La muestra aterriza hoy en el Espacio B, a las 19.00 horas, y se podrá visitar hasta el próximo 27 de febrero de 2022.

La exposición está formada por un conjunto de collages inéditos donde se cruzan diferentes ilustraciones manufacturadas por la industria publicitaria. Así, López Cuenca y Vega se adentran en la cultura pop mediante imágenes turísticas, carteles promocionales, recortes fotográficos o capturas de películas. En la sala contigua, una serie de maniquíes ocupan el espacio expositivo acompañados de un vídeo donde se reflejan los paisajes colonizados que hoy sirven como espacios de explotación turística.

Imma Prieto, directora de Es Baluard y comisaria de la muestra, apuntó: «Lo interesante del proyecto es que apunta directamente a la configuración del deseo. Nos ayuda a pensar en el fondo que se esconde detrás de la publicidad de destinos paradisíacos, en la perversión que tiene la sociedad».

Crítica

Cada uno de los detalles de la instalación contiene múltiples lecturas que permiten ahondar en una reflexión en torno al heteropatriarcado. «Las ilustraciones publicitarias muchas veces tenían a la mujer como parte del paraíso e incluso como una oferta turística», aseguró López Cuenca.

Todas esas fotografías no son creaciones propias de los artistas, sino un contenido realizado por la industria publicitaria. «Queríamos exponerlas aquí para no quedarnos solamente en el simple análisis que uno puede hacer si ve las fotografías. Le queríamos dar una lectura más profunda», añadió Elo Vega.

La sala de los maniquíes, que simulan ser turistas, también representa varias aristas. Los propios muñecos van vestidos con camisas hawaianas. Las camisas, aparentemente normales y veraniegas, esconden un mensaje. En el estampado se pueden observar terribles escenas de la subyugación de mujeres indígenas y esclavizadas por parte de los colones españoles. Los cuerpos de estas figuras están construidos «con cuerpos normativos, guapos, muy blancos y agresivamente heterosexuales».

Además, no todos ellos tienen la misma pose. Con sus expresiones corporales representan distintos estados anímicos, deseos y actitudes habituales. Según los artistas, «algunos gestos de los maniquíes pueden resultar familiares para cualquier persona que haya vivido una situación parecida con estos ‘invitados’ en el rol de ‘anfitriones’».