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El despacho de Francina Armengol en el Consolat de Mar lo ocupa estos días otro presidente, José Antonio Bergas, gobernante de las Balears en la nueva ficción de IB3, Sicília sense morts. La serie, producida por Nova Producciones y que cuenta con la participación de TV3, À Punt y Filmin, es la adaptación de la aclamada novela de Guillem Frontera (Club Editor, 2015).

El edificio constitucional se ha convertido durante unos días en plató de rodaje de esta historia salpicada de corrupción que protagonizan los actores Fèlix Pons y Pep Tosar. Es el primero quien encarna al presidente de las Islas, que recibe en su casa el cadáver de una rata. Un hecho insólito que desencadena una investigación periodística que pondrá al descubierto los entresijos de los mecanismos de poder.

LluísPrieto y Joan Fullana dirigen esta producción que constará de ocho capítulos, cuyo guion firman Xavier Uriz y Toni Lluís Reyes. En comparación con la obra de Frontera, Fullana advierte que «es una serie sin spoilers porque es una adaptación, sin embargo, quienes hayan leído la novela también se llevarán alguna sorpresa». «La esencia del libro está presente en la serie, aunque lo hemos actualizado; no mucho, porque la historia que contaba el autor ya estaba bastante avanzada», coincide Prieto.

Sicília sense morts
El Consolat de Mar acoge durante estos días el rodaje de ‘Sicília sense morts’.

Retrato

Los directores definen la ficción como un retrato de la «idiosincrasia balear o, incluso, de todo el Mediterráneo». «Refleja muy bien esa manera de ser en la que nos llevamos aparentemente bien con todo el mundo pero luego, por detrás, nos decimos muchas cosas», apuntan. Asimismo, Prieto y Fullana avanzan que en la serie la investigación periodística tendrá más protagonismo. En este apartado figuran Pep Tosar, que interpreta a un columnista, y Mar Fiol, que se pone en la piel de una periodista. De hecho, es ella quien narra la historia.

Por su parte, Fèlix Pons, que el pasado viernes pudo conocer a la auténtica presidenta del Govern, comentó que «fue un encuentro muy divertido». Respecto a su personaje, el intérprete detalla que es «muy interesante, porque se encuentra en una situación complicada, con una herencia política, por una parte, y por otra, también personal y familiar».

Sicília sense morts
Fèlix Pons y Francina Armengol, presidente en la ficción y presidenta en la vida real.

«Él lucha por intentar salir de la cultura de la corrupción, pero poco a poco la realidad se va imponiendo y lo lleva a un camino sin salida. Paralelamente, va recibiendo amenazas y chantajes mientras intenta esclarecer qué está pasando. Es una persona muy solitaria y no se fía de nadie. Su matrimonio también está en crisis y no sabe cómo gestionar emocionalmente todo lo que le ocurre. Además, está muy marcado por la relación con su padre, un hombre muy poderoso cuya sombra le pesa mucho», matiza Pons, que agradece estar en un proyecto como este por su vinculación familiar con Mallorca e, incluso, con la política, pues algunos familiares se dedicaron profesionalmente a ese ámbito.