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El apartado Links se ha convertido en uno de los tres pilares de la 12 edición del Cerdanya Film Festival, que finalizó el domingo. En su primera edición, este programa ha puesto el foco de atención en los jóvenes cineastas mallorquines Marcos Callejo y Joan Maura, premiados en las categorías de Mejor Proyecto Cortometraje y Mejor Proyecto Largometraje, respectivamente. Este nuevo espacio del Cerdanya Film Festival busca «potenciar y premiar a los creadores emergentes», tejiendo una red de contactos entre autores y productor para «intentar incorporar las piezas seleccionada en la industria».

Marcos Callejo, de 25 años, nunca pensó que lo que nació siendo un trabajo de la universidad acabaría siendo su primer trabajo con reconocimiento cinematográfico. «Yo solo quería sacar buena nota, pero luego vi que el proyecto podía dar más de sí», confiesa.

Anecoica es un corto que narra «cómo el ser humano se puede volver loco en el silencio más absoluto». La cámara anecoica, que da nombre la cinta, es una sala diseñada para lograr la ausencia absoluta de sonido. «Lo curioso es que crea un silencio tan fuerte que tu cerebro empieza a escuchar los ruidos del cuerpo multiplicados, llegando a escuchar voces y generar alucinaciones», remarca Callejo.

Donde viven los que añoran es el largometraje del mallorquín Joan Maura, de 24 años. La ficción centra la historia en el duelo por el suicidio. «Me planteé cómo te debes sentir con el mundo o contigo mismo cuando alguien al que quieres decide irse», detalla. Para ello, el cineasta se ha documentado durante un año y medio asistiendo de manera periódica a las reuniones de la asociación AFASIB (Amigos Supervivientes por Suicidio de las Islas Baleares). Maura reconoce que ha llegado a sentir ese dolor de manera personal, «después de haber trabajado tanto con personas que lo han sufrido he entendido su pesar».

Reivindicación

Este 2021, Link ha querido «funcionar como altavoz para las nuevas voces del sector». En esta ocasión, el altavoz ha servido como medio de reivindicación de la presencia mallorquina mallorquines en el panorama cinematográfico. «Nos quedamos alucinados.

Todo el rato bromeamos: los dos isleños se van a Gerona y se llevan el premio», enfatiza Callejo. Por su parte, Maura admite que le entró la risa, pero de orgullo: «Yo la llamo la risa bonita».

Ahora, los dos jóvenes ponen rumbo a un nuevo viaje: buscar financiación para dar vida a los proyectos. «Es hora de encontrar apoyo económico». Aunque, ambos admiten que gracias al festival se ha «abierto una ventana que deja ver nuestro trabajo».