Ivis Acosta, posando ayer junto con su tercer poemario, ‘Sincericidios’.

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Ivis Acosta llegó a la Isla por amor y se quedó en busca de inspiración. Hace más de veinte años y siguiendo los pasos de su pareja, la cubana aterrizó en Palma para conseguir su verdadero sueño: ser escritora. Este verano, tras el éxito de No olvides que te quiero, la autora presenta su último trabajo: Sincericidios.

A pesar de haberse graduado en Microbiología, Acosta siempre se interesó por el arte del verso. «Me introduje en este mundo cuando mi novio de la adolescencia comenzó a escribirme poemas. Eran tantos que, por no quedar mal, me inventé uno», comenta. «Las rimas más calculadas de toda mi trayectoria», añade entre risas la autora.

Liberación

Ahora bien, lo que comenzó con la única intención de «enamorar a personas», acabó siendo el arma de liberación y denuncia social de la escritora. «La prosa es mi herramienta para sacar fuera todos mis demonios», manifiesta Acosta. Su tercer poemario, Sincericidios, es la cúspide de su trayectoria: «Esta obra demuestra mi madurez como escritora».

Con el objetivo de «transmitir un mensaje de libertad en todos los sentidos», Sincericidios se compone de una prosa limpia capaz de transmitir un mensaje honesto sobre los límites de la realidad. Y es que, para Acosta, «vivimos en una sociedad en la que todos llevamos una careta. No podemos ser nosotros mismos». Además, en el poemario la autora abarca otros temas como el desamor o el erotismo desde su vivencia más íntima. «No todos los poetas se atreven a desnudarse de esa manera», confiesa.