El grupo Los Secretos, en una imagen promocional. | Mario Devis

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Fue una de las bandas claves en la explosión musical de aquel Madrid iconoclasta de los 80. Los Secretos regresa a la Isla con un disco producido por Nigel Walker, arquitecto del sonido de Pink Floyd, Paul McCartney y Elton John. Mi paraíso, en opinión de Álvaro Urquijo, compositor de la banda, recupera la esencia de Los Secretos, no en vano por su repertorio desfila un significativo muestrario de todos su matices: pop, ranchera, rock, y power pop. Un sello que los madrileños han sabido proteger de modas y cambios generacionales. Este sábado, el festival Cultura Es Vida de Son fusteret acogerá su presentación, a las 22.00, en un concierto que como no podía ser de otro modo perfilará sus temas más populares.

A muchos les sorprende que Déjame, considerado uno de los grandes himnos de los 80, lo escribiese un chaval de apenas 20 años. Lo normal es alcanzar el techo cuando uno acumula discos y años en la carretera. Pero a veces la magia despunta en los inicios, en aquel verso tembloroso que un joven plasma para transmitir con música lo que es incapaz de articular con palabras. Probablemente, ahí se encuentre el encanto de Déjame, uno de los grandes clásicos de Los Secretos, aunque el resto de su obra perfora la sensibilidad con idéntica profundidad.

Los Secretos cargan con el peso de un repertorio repleto de, al menos, una veintena de títulos que nunca han dejado de sonar sobre el escenario. Canciones como Sobre un vidrio mojado, Amiga mala suerte, Cambio de planes, Y no amanece, Ojos de gata, Quiero beber hasta perder el control… que han perfeccionado el directo de esta banda, que ahora bordea la perfección. Aliándose con la ranchera melancólica de Chavela Vargas, el rock elegante de los Eagles, y el pop deslumbrante de The Police, sus conciertos consiguen desatar la catarsis colectiva.