De izquierda a dercha, Lucía Martín, Catalina Miralles, Biel Mulet Panizza y Miguel Ramón Monegal, en Palma. | M. À. Cañellas

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Las imágenes han corrido como la pólvora tan rápidamente como la vacunación. Cada persona que recibía un pinchazo ha sentido, a su vez, la necesidad de publicarlo en redes para hacerlo oficial o real. De algo similar habla Wasted Conversations, la exposición que el artista Biel Mulet Panizza lleva a cabo en el Centre de Cultura Sa Nostra de Palma y que inaugura hoy, a las 18.30 horas. Según él mismo explica, la muestra «cuestiona la validez de las relaciones entre los humanos debido a la enorme necesidad que tenemos de medios tecnológicos que las validen».

Las once piezas pictóricas más una escultórica, hecha esta última en coautoría con Miguel Ramón Monegal, exploran el «día a día de nuestras conversaciones, visitas a conciertos o disfrute de un paisaje en los que parece que necesitamos inmediatamente recurrir a dejar un acta electrónica que selle esa experiencia», como si no hubiera ocurrido, de lo contrario.

Mulet, que se considera, por encima de todo, «expresivo», tampoco quiere dar la imagen de profesar un retrotraimiento a una suerte de regresión tecnológica en la que no usemos estos medios. Todo lo opuesto. Para Mulet, «estas tecnologías nos ayudan y en cierto modo son indispensables», de modo que, «lo que cuestionamos es el uso que hacemos de ellas y el riesgo de perder el control y meternos en lo superfluo, alejándonos de lo importante de la vida, que no es otra cosa que vivirla, disfrutarla», explica el autor.

Dicho de otro modo, para Mulet lo deseable, y este mensaje está presente de manera colectiva en las doce obras que conforman la exposición, es «que si estamos disfrutando de algo, como un paisaje o un momento, pues disfrutémoslo y no caigamos en la necesidad de pasarlo todo por el filtro electrónico».

Colaboración

Mulet, a su vez, agradeció el apoyo de la Fundació Sa Nostra, que se ha portado «cariñosamente». A su vez, hizo hincapié en que «una parte de lo que se gane será donado a la Fundació Mallorca Integra», cuyos proyectos de ayuda a menores tutelados en su paso a la vida adulta y profesional es algo con lo que Mulet confesó «sentirme muy identificado».