Este lunes es el solsticio de verano. O, lo que es lo mismo, dejamos atrás la primavera para dar comienzo al estío. Pero además también es el Día Europeo de la Música. Y esta coincidencia no es casual. Fue Joel Cohen quien, en 1976, propuso que los músicos salieran a la calle a tocar durante los dos solsticios. Lo que no podía saber Cohen es que este año, curiosamente, este Día daría la primera nota de uno de los veranos más repleto de conciertos de los últimos tiempos en la Isla. Jazz, pop, rock, hip-hop, clásica. Todos los estilos tienen representación en el Verano de la Música.
Poco a poco, con la bajada de contagios y el aumento de la vacunación, Mallorca vuelve a vibrar cada vez un poco más. Y este verano los altavoces de los numerosísimos eventos musicales harán que esa vibración se note más que nunca. Sin ir más lejos, hoy mismo, varios puntos públicos de Palma se verán animados en diferentes momentos del día por Simfovents, Coup, Did, Musol o el Arantxa Andreu Quintet.
Por otro lado, este fin de semana pasado coincidieron la clausura del Festival Géiser en Son Amar, con la actuación de La Pegatina, con el inicio del Mallorca Live Summer de Calvià de la mano de Rozalén y Viva Suecia. Por este último, de hecho, pasarán en las próximas semanas hasta el 30 de julio nombres como Sidonie, este viernes con la primera prueba piloto del certificado digital Covid con 5.000 personas que será lo más parecido a un concierto ‘normal’ desde hace un año. Tras ellos, el hip hop de Rels B, el 2 de julio, y de Prok, el 22 de julio, el estilo jazz-pop de Jamie Cullum, el 15 de julio, la música pop de Vetusta Morla o Aitana, el 28 y el 29, o la experiencia de Raphael, que cerrará el ciclo el 30 de julio.
Otro cartel importante es el de Cultura és Vida que trae a artistas a Son Fusteret como Antonio Orozco el 3 de julio, Novedades Carminha el 17 del mismo mes, el cantante colombiano Camilo, el 20 de julio, la Niña Pastori el 21 de agosto o a Vanessa Martín, allá por el 4 de septiembre.
Local
De carácter más local será el MoboFest que, por primera vez, traslada su sede a Lloret de Vistalegre, en pleno centro de la Isla, y por donde cantarán sus canciones compositores como Maria Hein, Paul Vallvé, Cariño, el trío Peligro, Maria Jaume o Manel, entre otros.
Desde el Port Adriano Mallorca Festival llegan propuestas para un público más amplio. En este sentido tenemos la visita de The Dire Straits Experience, con Chris White, miembro de la banda original, o los míticos Kool & The Gang, los días 31 de julio y 2 de agosto respectivamente. Sin olvidarnos de La Oreja de Van Gogh, que actúa el 7 de agosto, o de Hombres G, el 13 del mismo mes, para finalizar con la música de cine de la Film Symphony Orchestra, que estrenan nuevo espectáculo.
Además del pop y el pop rock, la Isla también cuenta con una programación rica en música clásica, jazz o folclórica, con diferentes opciones. Por un lado, el Festival de Ponent en Andratx ofrecerá los conciertos de Clara Ingold y Rodrigo Cuevas, el 1 de julio, quien también actuará durante el Atlàntida Film Festival que tendrá lugar entre el 26 de julio y el 1 de agosto. A Cuevas, durante el certamen de Filmin, se sumarán María Rodés, el 26 de julio, Mafalda, el 29 de julio, Morad, el 30, o Rigoberta Bandini, el 31, junto a otros más.
El Auditòrium de Palma, por su parte, acoge a partir de este jueves el Jazz Fest Mallorca, con el Miranda Jazz Trio como pistoletazo de salida, y se suma a la programación del Jazz Palma 2021, que ofrece 15 conciertos entre el 2 y el 11 de julio en diferentes espacios como el Teatre Principal, el Castell de Bellver, Es Gremi o el Teatre Xesc Forteza, con Perico Sambeat, Muriel Grossmann y Abe Ràbade como cabezas de cartel. Por el Auditòrium pasarán, a su vez, espectáculos varios que harán sonar la noche veraniega mallorquina al son de los Fab de Liverpool, con The Mersey Beatles, el 3 de julio, la voz del cantaor Miguel Poveda, el 12 de julio, y la actual de la artista Nathy Peluso, el 15 del mismo mes. También llega un tributo a Queen con Break Free y la coreografía flamenca de María Pagés con Una oda al tiempo.
Clásica
La clásica, por su parte, viene representada por el XLII Festival Internacional de Música de Deià, que ofrece 40 actuaciones en diferentes espacios, como Son Marroig, con algunos platos fuertes tales como el violinista Gilles Apap, el 24 de junio, los pianistas Antonio Artese, el 8 de julio, y Josep Colom, el 30 de septiembre, quien cierra el ciclo. Entre medias, jóvenes talentos locales e internacionales como Magí Garcías, Barbara Cvitanovic, Jingfang Tan, Nikolai Kuznetsov.
La 60 edición del Festival de Pollença, cuya programación se dará a conocer esta misma semana, ofrecerá otra opción más para los amantes de la música clásica, acompañando a la agenda veraniega de la Orquestra Simfònica de les Illes con los Estius Simfònics en el Pati de La Misericòrdia por el que se pasearán las voces de la soprano Nadine Sierra, el tenor Xabier Anduaga, Tamara Bounazau, Carmen Artaza, Pretty Yende, Joji Hattori o Francisco Fullana.
Las propuestas más poéticas del ciclo de La lluna en vers, que se prolongan desde ya mismo hasta el próximo 25 de septiembre, también tienen su espacio. Desde diferentes localizaciones, como el Santuari de Consolació de Sant Joan, el patio del Teatre de Santanyí, el Jardí de la Casa Llorenç Villalonga de Binissalem, o la terraza del Edifici de
El Molinar de Montuïri, diferentes opciones como el pop euskera de Izaro, el 26 de junio, el cante de Conxa Buika, el 10 de julio, el dúo de Maria del Mar Bonet y Borja Penalba, el 18 de julio, o la presentación de Joina, el 14 de agosto, de su segundo álbum, Òrbita 9.18.
Flamenco
El toque andaluz y las tablas las ponen Las noches flamencas de S’Embat, en Ses Covetes, donde Tomasito actúa mañana mismo, seguida de una vieja conocida por aquellos paradisíacos lares, La Mari de Chambao, el 23 de julio. A ellos les sucederá Mr. Kilombo, el 24, o Jaume Más y Miki Rotger, el 26 del mismo mes.
Y desde el mismo centro de Palma, en el CaixaForum, llegan las propuestas de los Microconciertos, que aúnan el jazz de Morgana Jazz Trio, el 10 de julio, y la música de tipo sureño de Kings of New Orleans, el 24 de julio.
Por último, la òpera tiene representación en el festival MallorcÒpera, que incluye en su programa al tenor Marcelo Puente, el 10 de julio, las sopranos Ainhoa Arteta, el 18 de julio, Ermonela Jaho, el de septiembre, y el barítono David Menéndez, el 8 de agosto.
La agenda musical de la Isla, como puede apreciarse, está bien cargada durante los meses del verano, que arranca hoy y marca el inicio de un estío con una cantidad enorme de notas, altavoces, backstages, canciones y bises. Todo en el primer intento de normalidad desde el inicio de la pandemia, y, aunque sea algo raro todavía, a nadie le amarga un dulce. Y menos si es uno musical.
Sidonie protagoniza la prueba piloto en su concierto y recuerda la ‘normalidad’
El concierto de Sidonie del 25 de junio, este mismo viernes, será especial porque supondrá la primera prueba piloto del certificado Covid en Balears. 5.000 personas disfrutarán de lo «más parecido a la normalidad» que hemos vivido desde que comenzó la pandemia.
Lo explican su director artístico, Sebastián Vera, y su director de producción, Diego Jiménez. Para ellos es un «orgullo» y que ya trabajan «poniéndonos en el peor de los casos para saber responder a todas las dudas a tiempo». Jiménez, además, destaca la «importancia» de esta prueba, aunque no oculta que el objetivo es «que sea algo temporal y volvamos a lo de antes».
Por su parte, Vera comenta que el grupo está «muy ilusionado» y destaca que el público quiere volver a disfrutar, por lo que la prueba piloto ha llamado mucho la atención de los asistentes que quieren volver a sentir la normalidad.
1 comentario
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Que tiempos aquellos cuando a Mallorca la visitaban grupos musicales o artistas de actualidad del pop rock. O los mejores DJs de electronica House y de Techno. Ahora ver los nombres más parece un festival de viejas leyendas o de relegados que desempolvar el baúl de los recuerdos o artistas de perfil bajo..Con el turismo podria pasar más de lo mismo. Por suerte aún nos queda el mar y se ven muchos yates en los puertos deportivos y las bahías. Aunque es cuestión de tiempo que elijan otros archipiélagos donde haya menos plásticos flotando y los amarres no sean tan caros. En fin Mallorca ya no es la isla de la calma. Tampoco es la isla de la diversion y el postureo. Ahora esta entremedio de ser la isla de los jubilados o la isla del botellon y de las terrazas por doquier o la isla de las prohibiciones o restricciones. Tanto si vas a pie en patinete o en vehículo. Llegara que nos pondran en fila india y un numero en el pecho.