La escritora Lucia Pietrelli y la traductora y música Laia Malo.

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La librería Drac_Màgic de Palma acogerá este jueves, a las 19.00 horas, la primera sesión del año del ciclo Camaleons o la màgia de traduir, un programa que organiza la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC) y que coordina en Palma, desde 2014, la autora, traductora y música Laia Malo –mitad del dúo Jansky–. La protagonista de este primer encuentro, titulado Traduir del dret i a la inversa, es la también escritora Lucia Pietrelli, flamante ganadora del premio Lletra d’Or con su novela Lítica. Respecto a sus trabajos como traductora, destacan Blues en setze, de Stefano Benni (Lleonard Muntaner, 2011); Parasceve, de Blai Bonet (Lleonard Muntaner, 2013) o Atles de micronacions, de Graciano Grazini (Males Herbes, 2017).

Una novedad de este año es que, debido a las restricciones sanitarias, los encuentros tendrán un aforo reducido_–para el jueves ya está completo– pero también se ofrecerá la posibilidad de seguirlo a través del canal de YouTube de la AELC.

En cuanto a la sesión del jueves, Malo explica que «Lucia es un caso especial porque escribe principalmente en una lengua [catalán] que no es su lengua materna [italiano] y por eso es interesante estudiar cómo eso puede influir en su trabajo como traductora o cómo el dominio de las dos lenguas puede afectar a su manera de escribir».

La segunda sesión será el 25 de febrero en Ínsula Literària con la participación de la también poeta rumana Corina Oproae.

Encuentros

«Camaleons o la màgia de traduir está dedicado al oficio de la traducción, ya que muchas veces el lector no es consciente de que los libros que leen pasan por, como mínimo cuatro manos, las del autor y traductor, y luego están también los editores, correctores, etcétera. Así, intentamos contar ese proceso y abordar los diferentes temas relacionados con este trabajo», detalla Malo.

En este ciclo han participado traductoras tan importantes como Dolors Udina, Carla Benet, Anna Casassas o Anna Soler, o los traductores mallorquines Gabriel de la ST. Sampol o Nicolau Dols. «En algunas ocasiones las sesiones eran de temática más profesional, como por ejemplo sobre la necesidad de revisar las traducciones ya publicadas o sobre los límites de la lengua; en otras, se abordaban asuntos más creativos, como sobre cómo traducir obras de teatro», apunta Malo.