‘Nichols Canyon’ (1980), de David Hockney. | Efe

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La obra de David Hockney Nichols Canyon (1980), considerada una de las piezas más significativas del pintor británico, fue vendida este lunes por algo más de 33,9 millones de euros en una subasta organizada por la compañía Phillips en Nueva York, que marcó un récord mundial para uno de sus cuadros de paisajes.

La obra pintura de Hockney, de 83 años, había sido valorada en 28,8 millones de euros y superó sólo ligeramente esa cifra al alcanzar un precio de martillo de 29,2 millones, a lo que se sumaron las tasas e impuestos, hasta los 33,9 millones.

Paisaje
Descrito por la casa de subastas Phillips como «el paisaje más importante de Hockney en llegar nunca a una subasta», la pintura fue expuesta en noviembre primero en Londres y después en Hong Kong, para llegar más tarde a Nueva York.

El cuadro, de más de dos metros de alto y metro y medio de ancho, marca la vuelta y aceptación total de las pinturas de paisajes de Hockney tras una breve incursión en la fotografía en los años 70, y fue incluida en la trascendental exhibición de 1981 A New Spirit in Painting en la Real Academia de Londres.

El proceso de la producción de esta pieza, que refleja un paisaje de las colinas de Hollywood, fue descrito por el artista así: «En el momento en el que vives ahí arriba, tienes unas vistas diferentes de Los Ángeles. Al principio estas serpenteantes líneas parece que entran en tu vida, y después entran en los cuadros». «Empecé Nichols Canyon. Cogí un lienzo grande y dibuje una línea ondulada en el medio, que es a lo que se parece la carretera. Vivía en las colinas y pintaba desde mi estudio», agregó.

La venta de esta pieza culmina un exitoso año para Hockney en el mercado, puesto que en febrero su icónico cuadro The Splash (1966) se vendió en una subasta de Sotheby’s en Londres por 24,6 millones de euros. Además, a principios de año la London Opera House vendió un retrato de Hockney de su administrador general, David Webster, con el objetivo de aliviar las dificultades financieras de la institución provocadas por la pandemia, y por el que se acabó pagando 13,9 millones de euros.

Hace dos años, Hockney marcó un récord de una obra de un artista vivo al venderse por más de 74,3 millones Portrait of an Artist (Pool With Two Figures), de 1972, aunque poco después fue superado por Koons y su escultura Rabbit, que se vendió por 75 millones de euros.