El Teatre Principal estrena su temporada de ópera con la obra de Mozart. | Jaume Morey

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Mozart vuelve a Palma con la 35 temporada de ópera del Teatre Principal que arranca este viernes, a las 20.00 horas, con La flauta mágica en una función que será diferente pero al mismo tiempo potente. El equipo del Principal, junto a la consellera de Cultura, Bel Busquets, y el reparto casi al completo de la obra, presentaron ayer una producción calificaron como «un ejemplo para Europa».

Fue el propio Josep R. Cerdà, director del teatro, quien desgranó el resto de títulos que acompañarán durante los meses de invierno a La flauta mágica. Estos son Il trovatore de Verdi, L’elisir d’amore de Donizetti y L’òpera dels tres rals de Brecht y Weill. Todos componen una programación «en la que tenemos la vocación de abrir la lírica a todos los públicos» con títulos grandes, en formato concierto y para todos los públicos. Sobre La flauta mágica Cerdà estableció un paralelismo entre «el simbolismo de la obra con los tiempos que vivimos» por el mensaje de que «hay luz al final del túnel».

Bendecida

La directora de escena de la función, Jorinde Keesmaat, se mostró por su parte muy agradecida y explicó sentirse «bendecida de poder estar aquí». Sobre su visión particular de la obra de Mozart, Keesmaat adelantó una perspectiva «femenina» en especial en el papel de Pamina, que tiene «textos ampliados e incluso monólogos» aunque en líneas generales señaló que La flauta mágica va de «de algo muy difícil, que es ser nosotros mismos».

En eso coincidió Carmen Romeu, que pone piel y voz a Pamina. Romeu, además, quiso incidir en la «maravillosa labor del Principal dando oportunidades a cantantes de la Isla».

Uno de esos artistas locales es Antoni Lliteras, quien destacó que esta obra fue con la que debutó en el Principal años atrás, aunque con un papel diferente al protagonista de Tamino que interpreta ahora.

Por otro lado, Josep Planells, director musical, quiso destacar el hecho de que «solo contaremos con 35 músicos al reducir la orquesta, pero fueron los mismos que tuvo Mozart en su estreno».

No obstante, los mayores elogios para el Principal llegaron desde David Pershall, barítono que encarna a Papageno, y de Önay Köse, quien es Sarastro en la función. Ambos subrayaron el «ejemplo» que supone para Europa y el resto del mundo el que las cosas se hagan como se están haciendo en el Principal. Si bien Köse destacó el «sacrificio» y el «coraje» necesarios para sacar adelante esta función, Pershall agradeció la oportunidad de «permitirme ser un artista otra vez».