La actriz Ann Perelló posó en Palma para esta entrevista. | M. À. Cañellas

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«Me cuesta creerme que estoy bien y que las cosas estén saliendo». Quizá el nombre de Ann Perelló le suene de algo, y es normal, ya que últimamente está involucrada en un sinfín de proyectos que van desde las series de televisión, cortos o incluso teatro. Y es que la mallorquina que creó durante el confinamiento la serie virtual 2021 junto a Pau Escribano no ha parado desde entonces y no tiene intención de hacerlo. Es su momento, fruto de «un cúmulo de casualidades que han activado muchas cosas». Tras un tiempo sin poderse mantener con su trabajo como artista, Perelló se lanzó a la piscina justo antes de la pandemia y, de hecho, el mismo día 13 de marzo «era mi primer día de rodaje en La caza y llegó el confinamiento». En ese momento se dijo: ‘¿Qué voy a hacer con mi vida?’, pero gracias a seguir luchando y trabajando las cosas han salido bien y ahora se podría decir que está mejor que nunca.

En los últimos meses ha participado en La que se avecina, experiencia que según relata «fue muy guay, porque es un no parar de buen rollo» y donde tuvo que rodar con Miren Ibarguren. Le sirvió como confirmación de sus aspiraciones ya que en pleno set se dijo que «esto es lo que quiero hacer».

Y los proyectos tras el confinamiento no han hecho más que multiplicarse y engordar su currículum. De todos ellos, y no son pocos, Perelló se queda con su papel en La caza: Tramuntana, donde interpreta «un personaje pequeñito pero muy chulo, con muchas capas y que es un reto muy diferente». Además, de la experiencia en la serie, a pesar de «la mucha presión que hay porque hay unos tiempos muy concretos y es un equipo muy grande» se queda con lo disfrutado. «Hazlo bien para ti y me lo pude pasar genial».

Pero no solo frente a la pantalla se coloca Perelló, sino también tras ella, ya sea en la edición o en la grabación. Una versatilidad que se debe a varias razones, por un lado, que es un trasero inquieto, y por otro, sus estudios en Comunicación. Esta faceta, quizá menos vistosa o conocida de ella, le ha llevado al proyecto Expándete de Andrea Ros con Maternidades, «sobre mujeres que hablan la maternidad, a las que grabo».

Precisamente es junto a la propia Andrea Ros con quien Perelló está ahora mismo coescribiendo un monólogo escénico que este mismo mes arrancan para terminar «cuanto antes» y que es una coproducción con el Teatre Principal, a quien Perelló viste con elogios por «hacer las cosas como se tienen que hacer, con el ‘currazo’ que están haciendo al lanzarse a apoyar pequeños proyectos locales». La obra, que se estrenará en Alcúdia en febrero y luego en el Principal, está en fase embrionaria, y «lo estoy viendo crecer y tengo curiosidad por ver cómo será al final».

Cortometraje

Y si todo lo dicho parece mucho, aún hay más puesto que Ann Perelló también dirigió un cortometraje a modo de trabajo para la universidad para el que «alquilamos un equipo» y que se «estrenará este año en un festival de cortometrajes dirigidos por mujeres que lleva Vicka Durán».

Todo proyectos culturales porque, a diferencia de otros, la actriz cree que hay que «valorar la cultura, porque parece que en el confinamiento ha quedado en último plano y hay mucha gente que vive de ella. Además, nos hace mejores como sociedad».

Parece que, a pesar de todo, 2020 no está siendo un mal año para todos y ella misma es consciente aunque a ratos tenga que pellizcarse para demostrarse que es la realidad: «Estoy muy contenta porque siembras confianza aquí y allá pero no sabes cuándo vas a recogerla y eso crea incertidumbre, pero es lo que hago, siembro en mí misma, sigo currando y vamos a mejor y bueno, dentro de lo malo de la pandemia mi familia está bien, tengo casa y tengo lo básico»