Maria Gràcia Salvà, actual directora del Museu de Mallorca. | Redacción Cultura

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La Conselleria de Presidència y Cultura del Govern, a través de la Delegació de la Presidència per a la Cultura, que comanda Catalina Solivellas, abrió el martes una convocatoria para escoger la nueva dirección del Museu de Mallorca, un cargo que será de libre designación y que ostenterá la plaza hasta su jubilación, sin necesidad de renovar el cargo cada cierto tiempo. La actual responsable, Maria Gràcia Salvà, no podía renovar el contrato porque ello supondría perder su plaza de funcionaria en la Diputació de Barcelona (Catalunya).

«Salvà [la actual directora del Museu] está en comisión de servicios porque pertenece a otra Administración en la Diputació de Barcelona, que no le renovarían la plaza si siguiera en el cargo, no podría continuar en el régimen en el que está actualmente, en una comisión de servicios», según explicaron ayer a este diario fuentes de la Delegació de la Presidència per a la Cultura.

Por esta razón, la Conselleria convoca un nuevo concurso «al que podrá optar cualquier funcionario de carrera del Estado para, de esta forma, dar estabilidad a la dirección del Museu de Mallorca».

Por eso se tratará de una plaza que el ganador o ganadora del concurso tendrá la plaza «hasta la jubilación». «Es vitalicio en el sentido de que es un funcionario, el que obtiene esa plaza la obtiene en propiedad», prosiguen desde Cultura. No es un hecho nuevo o aislado, la directora del Museu de Mallorca entre 2002 y 2018, Joana Maria Palou, trabaja en este régimen y lo mismo «ocurre en Arxiu del Regne o en la Biblioteca Can Sales».

Pese a ello, la nueva plaza de dirección del Museu de Mallorca podría ser cesada. «Al ser funcionario obtienes la plaza en propiedad, pero eso no quiere decir que si ocurre algo, aunque sea en propiedad y esté sometida a una fiscalización, esa plaza se puede recurrir, la Administración puede destituir o cesar a esa persona, se tendría que argumentar e iniciar todo un proceso», matizan desde el Govern.

Concursos públicos

Por otra parte, y como está ocurriendo en la mayoría de convocatorias o concursos públicos en la Isla, será un cargo de libre designación, o lo que es lo mismo, a dedo, y tampoco se exige un grado en Historia del Arte u otra especialización que requiere una plaza como la de la dirección del Museu de Mallorca, bastará con tener un grado y ser funcionario de carrera.

Así, deberán presentar «un plan de trabajo, su curriculo, sus aportaciones y el plan que tiene para el museo». Finalmente, se valorará todo ello en una entrevista final, de la que saldrá el próximo director o directora del centro de la calle Portella de Palma.

Cabe recordar que la entrada de Maria Gràcia Salvà en el Museu de Mallorca, cuya salida del cargo será en octubre, se produjo a finales de 2018 tras la dimisión de Bartomeu Salvà tras tan solo seis meses en el cargo.

Ambos ganaron un concurso interno mientras Fanny Tur era la consellera de Cultura del anterior Ejecutivo de Francina Armengol.

Cargo

El de Maria Gràcia Salvà era el único cargo que sobrevivió, a principios de julio de 2019, a la entrada de Catalina Solivellas al frente del departamento, tras las sonadas salidas de Jaume Reus (Institut d’Indústries Culturals) y Francesc Rotger (Institut d’Estudis Baleàrics), que fueron sustituidos por Cristina Llambias y Mateu Malondra, respectivamente.

Desde el Govern llevan algo más de tres años intentando dar con un director o directora que genere estabilidad a la plaza y al Museu de Mallorca, un objetivo que esperan cumplir ahora con este nuevo concurso.