La directora de ‘Berni’, Elisabeth Moll, posa para esta entrevista.

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Cuando la Mallorca Film Commission convocó hace unos meses el concurso de cortos Mallorca Film Confinats, Elisabeth Moll no dudó ni un ápice en que quería rodar algo y presentarlo. La pregunta era qué grabar y cómo, teniendo en cuenta las restricciones de las primeras etapas de la desescalada. El resultado fue 'Berni', una apuesta más que diferente que se distancia de lo tópico rodada con un equipo de diez personas durante tres días con «todos los sentimientos a flor de piel». Una cinta sobre el confinamiento y las fases que todos hemos vivido.

Por un lado, Moll, formada en documentales y que soñaba con adentrarse en la ficción. Berni es, de hecho, su primera incursión en este terreno. Y aunque ella sabía que «había que hablar del confinamiento sí o sí», no se limita a ello sino que a partir de ahí relatar «los diferentes estados de ánimo: Locura, tristeza, euforia, pasión, enamoramiento y deseo», todos personificados en un único personaje, Berni, «un tío que se siente cómo estando solo pero que poco a poco se da cuenta de que no lo lleva tan bien». Interpretado por Xavi Frau, vemos cómo este entrañable personaje empieza a ensoñarse y dejarse llevar por las emociones.

Concurso

La cinta, junto con los demás cortometrajes presentados, pudieron verse el pasado sábado en el festival Atlàntida, y a su vez están disponibles en la página de Instagram de la Mallorca Film Commission, donde se los puede votar a través de likes hasta el 25 de agosto.

Con el objetivo de promocionar la Isla contrasta que todo sea un interior, pero Moll lo tiene claro: «Lo fácil hubiera sido mostrar calas, la playa o la Serra, pero la idea era sacar los sentimientos y ese es el punto fuerte, escarbar en el ser humano. Al mismo tiempo, potencia mucho el querer salir por Mallorca y disfrutar de la Isla y no poder».

Para expresar esas emociones juegan un papel muy importante por un lado, la fotografía, con «colores para los estados de ánimo a medida que Berni pasa por distintas etapas», y la música, de la cual destaca una canción del compositor Nelle Karajlic utilizada en el filme Gato negro, gato blanco que «apasionaba a »la propia Moll. Fue tal esa pasión que la directora escribió al compositor y este le cedió los derechos bajo el mensaje de «hay que soñar en esta vida».