De izquierda a derecha, Jaume Ripoll, Juan Carlos Tous, Cristina Gómez y Joan Sala.

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El estadillo de la pandemia del coronavirus, el posterior estado de alarma y la entrada en la ‘nueva nornalidad’ trastocaron todos los calendarios culturales de la Isla, del país y del mundo. Todos los eventos se fueron cayendo uno a uno como si se tratara de piezas de domino, pero algunos decidieron resistir. Uno de ellos es el Atlàntida Film Fest, que este domingo despidió su décima edición en el emblemático recinto Ses Voltes de Palma tras siete días repletos de proyecciones, conferencias y conciertos de temática variada y para todos los gustos, siempre con Europa en el punto de mira. La actriz Esther López, de la serie de IB3 Mai neva a Ciutat, presentó una velada llena de cine y música.

La noche tuvo un marcado acento mallorquín, puesto que las dos proyecciones de la noche fueron películas dirigidas por cineastas de la Isla. La primera que se exhibió fue Dona, el nuevo cortometraje de Marga Melià, la primera directora mujer balear en estrenar una cinta en salas comerciales (Bittersweet days, 2017), y la segunda, la que puso fin a la programación del festival, Sempre Dijous, del joven realizador Joan Porcel. Tanto éstos como el resto de los miembros de los equipos de ambas producciones estuvieron alli, nadie quiso perderse ese momento.

La noche arrancó pasadas las nueve de la noche, con una presentación a cargo de la presentadora, Esther López, quien dio paso rápidamente a la primera actuación, previa a las proyecciones: la de la catalana Pavvla. Esta joven artista, una de las promesas de la nueva escena indie, ofreció un repaso por sus mayores éxitos, haciendo hincapié en sus últimos sencillos, como Tot el meu cos o La mejor parte, entre otros.

Una vez finalizado este primer concierto, tomó el escenario de Ses Voltes el director del festival, Jaume Ripoll, arropado por el resto de su equipo. El responsable del certamen y cofundador de Filmin, plataforma de streaming que organiza el festival, agradeció a todos su presencia en una edición diferente, pero igualmente «única».

Tras sus palabras, se proyectaron Dona y Sempre Dijous, y a punto de caer la medianoche, puso el broche a la velada la cantante Júlia Colom, precisamente protagonista de la segunda película, quien presentó un avance de su debut. No fue un adiós, solo una despedida.