En la Isla, ya haytres cines abiertos: Ocimax, Fan Mallorca y CineCiutat, y este lunes abrirá Cinesa en el Mallorca Fashion Outlet.

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Los cines y teatros han adaptado todos los protocolos de seguridad, pero cuando hay un rebrote de coronavirus son de los primeros en ver sus puertas cerradas. Y eso que desde que han reabierto no ha habido un solo incidente, la gente acepta de buen grado todas las medidas y hay menos riesgo que en otros lugares. También ha ocurrido aquí, en la Isla, con tres cines abiertos: Ocimax, Fan Mallorca y CineCiutat, y este lunes lo hará Cinesa. En cambio, la reapertura de los teatros de la Isla se está dando de manera escalonada.

Partiendo de la base de un cumplimiento estricto de los protocolos «se aplican a rajatabla», asegura el portavoz de la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España (FECE), Borja de Benito, las salas de cine o de teatro no tienen más riesgo de contagio que una visita al supermercado y sí menos que cenar en un restaurante.

Riesgo

«El riesgo en espacios públicos cerrados depende siempre de las condiciones de ventilación, de la cantidad de gente y del tiempo de exposición», precisa Maria Cruz Minguillón, del grupo de Geoquímica Ambiental e Investigación Atmosférica del CSIC. «La ventaja de un cine o de un supermercado es que la gente se puede dejar la mascarilla puesta y esto reduce significativamente las posibilidades de contagio», asegura la experta.
Por eso, «en igualdad de condiciones, con el mismo numero de personas y mismo sistema de ventilación, si estoy en un restaurante he de quitarme la mascarilla, así que tendré más riesgo que en otros establecimientos», entre los que cita cines, teatros o tiendas de ropa. Eso sí, «con la mascarilla puesta y bien puesta».

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Pero aunque la mascarilla sea nuestro principal elemento de protección, también hay que tener en cuenta la renovación del aire, esencial en sitios cerrados como cines y teatros. Los sistemas de climatización ya están regulados por ley pero en la situación actual conviene «revisarlos y optimizarlos tanto como sea posible».

Objetivo

El objetivo es renovar el aire cuanto más mejor, señala Minguillón, que también resalta el hecho de que en un espectáculo la gente está callada, de forma que se reducen las emisiones, que aumentan cuando hablamos.

Una experiencia similar están viviendo en los teatros, con menos salas abiertas, pero con una estupenda respuesta de público, como ocurre en los Teatros del Canal, de Madrid, donde el aforo de sus espectáculos ha alcanzado el 80 % de media, en su primer mes tras la reapertura. La toma de temperatura al llegar al edificio se ha convertido en algo normal y los artistas se someten además a una prueba PCR cuando llegan por primera a los ensayos.