Entre las varias directrices que definirán la nueva normalidad de las salas de Aficine, que han bautizado como Diversión con seguridad, se encuentra la ampliación del tiempo entre las distintas sesiones para permitir la limpieza más exhaustiva de los espacios y poder airear en profundidad las salas.
También será una imagen habitual ver gel hidroalcohólico repartido por las instalaciones, el uso de mascarillas generalizado y las mamparas instaladas en las distintas taquillas. A su vez, los trabajadores controlarán el aforo y habrá varios carteles informativos repartidos por el espacio, así como indicadores de distancia.
En cuanto a los espectadores, también deberán ser responsables prolongando las normas que se han extendido a toda la sociedad al interior de los recintos, como el uso de mascarillas, el respeto a la distancia de seguridad y el lavado de manos. A su vez, las entradas que se adquieran serán numeradas para permitir que los visitantes que lleguen juntos puedan sentarse juntos, sin embargo las consecutivas se bloquearán para que haya espacio suficiente entre los distintos cinéfilos.
‘Online’
A su vez, se potencia la compra online o a través de la app vía tarjeta, siendo esta la opción más deseable, aunque se mantendrán los servicios tanto de taquilla como de buzón. Desde Aficine, además, hacen hincapié en recordar que los combos pueden adquirirse digitalmente, evitando así las colas y posibles aglomeraciones.
Por desgracia para los amantes del cine, las salas Augusta, Rívoli, Manacor, Ocimax Maó y Eivissa Aficine han visto retrasadas sus reaperturas sin una fecha estipulada y por motivos ajenos a la empresa, según han explicado. No obstante, Ocimax Palma mantiene su vuelta a la normalidad para el próximo viernes 26 de junio, tal y como se informó hace una semana.
3 comentarios
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Bueno, el cine menos indicado para esta nueva realidad es el ocimax, con ese pasillo tan angosto, donde se junta la gente para entrar a una sala, con la que pasa por el mismo lugar para ir a otra. Surrealista
Entiendo y comprendo la necesidad de usar la mascarilla en recintos cerrados, pero estar 2 horas o más viendo una película con la mascarilla puesta, para mí no es opción, por lo que no iré al cine.
No me verán el pelo.