Concierto de La Unión en Palma, en la revetla de Sant Sebastià 2008. | Teresa Ayuga

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Rafa Sánchez, fundador y rostro principal del grupo La Unión, ha anunciado este jueves la disolución de esta banda señera del pop español nacida en los años 80 y que mantenía activa hasta el momento junto al bajista Luis Bolín.

En el comunicado remitido a Efe, el músico informa de que el final del grupo es fruto de unas circunstancias «que vienen gestándose desde hace ya tiempo, siendo plenamente conscientes de tal evolución los dos integrantes».

Además de a las «respectivas formas de interpretar la situación y perspectivas futuras propias», reconoce que el momento actual «tan excepcional» que se vive por la pandemia de coronavirus, y «que ha golpeado tan gravemente» a la industria de la música, «ha precipitado este comunicado, su base y contenido».

Sánchez concluye su escrito «deseándole lo mejor» a su compañero y anuncia que por su parte se concentrará en impulsar su carrera en solitario, aspecto en el que lleva «trabajando y planificando bastante tiempo».

Fue a principios de los años 80 cuando Rafa Sánchez fundó La Unión junto a Luis Bolín y Mario Martínez como guitarrista. A ellos se sumaría un cuarto componente a los teclados, Íñigo Zabala, que sería el primero en abandonar las filas del grupo.

Aún juntos grabarían varios temas de la mano del sello WEA, incluido el que tras su lanzamiento en 1984 se convertiría en su primer gran éxito, Lobo Hombre en París, el cual, con producción de Nacho Cano y Rafael Abitbol, llegó al número 1 en ventas durante 9 semanas consecutivas hasta despachar más de 200.000 copias.

A los pocos meses llegó su álbum de debut, Mil siluetas (1984), con canciones que también se tornarían en clásicos de su repertorio como Sildavia, a las que con los años se unirían otras como Maracaibo, Al este del edén, Natalia, Fueron los celos o Vuelve el amor, y más discos de gran calado como 4x4 (1987) o Tren de Largo Recorrido (1992).

La Unión terminó construyendo una carrera de más de tres décadas de duración en la que, inspirados por la literatura en la construcción de sus letras, transitaron por numerosos estilos, ya fuesen melodías rock con pespuntes de pop, new wave, hip hop y sones latinos hasta llegar, en su última etapa, a una senda más electrónica.

Hasta su último disco, el directo No estamos solos (2017), conformaron así un repertorio con más de 150 canciones editadas de las que vendieron más de 3 millones de copias, recibiendo en 2006 un doble disco de diamante por toda su carrera discográfica.