El sector galerista es uno de los más duros con el Govern. | M. À. Cañellas - MIQUEL A CANELLAS¶Die zeitgenöss

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Los distintos ámbitos de la industria cultural anunciaron este miércoles su rechazo pleno y en masa al plan de reactivación del sector lanzado por el Govern balear y, en concreto en este ámbito, por la Conselleria de Cultura, con la consellera Pilar Costa y la delegada Catalina Solivellas al frente. Editores, galeristas y profesionales de lo audiovisual, la producción musical, así como las artes escénicas comparten en diferentes comunicados la preocupación por «una crisis que puede llevar al sector a la extinción» y critican que el plan de choque del Govern está «vacío de contenido y hecho de humo» al no apreciar «efectividad en las reuniones mantenidas» ni haber sido «consensuadas las medidas». A su vez, critican duramente «la falta de dotación económica» y de «ayudas extraordinarias».

Por un lado está la Associació Art Palma Contemporani, de la que forman parte las galerías Aba Art, Kewenig, Pelaires, Fran Reus, CCA Andratx, Horrach Moyà, Maior, Pep Llabrés y Xavier Fiol. Reclaman «medidas excepcionales por ser una situación excepcional» y señalan que llegó el momento de «demostrar con hechos» la voluntad de ayudar, «los discursos ya no sirven».

Decepción

Mientras, la Associació d’Editors de le Illes Balears pone el foco en que no haya «medidas sugeridas por ellos mismos para continuar con la tarea editorial» y muestran su «decepción», suscribiendo la tónica general de los comunicados del tejido cultural.
El sector audiovisual, representado por la Associació de Productores Audiovisuals de les Illes Balears (APAIB), la Asociación de Profesionales del Audiovisual de Ibiza (APAI), la Associació de Cineastes de les Illes Balears (ACIB) y la delegación balear de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuals (CIMA), denuncian que no se incluya «ninguna referencia a la crisis de la gestión de IB3» y consideran «especialmente grave la creación de un polo audiovisual con dinero público en el Parc Bit, proyecto frente al cual todo el sector manifestó su oposición hace meses».

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Asimismo, dudan de la creación del «Centre Cultural d‘Investigació Tecnològica Interdisciplinària [CITI]» por llevar solo un año el «Institut d‘Indústries Culturals (ICIB), por lo que no ha tenido tiempo de ponerse en marcha y ni siquiera cuenta con personal propio».

CONCIERTO DE LA CANTANTE, ANA GUERRA, EN EL MALLORCA 40 POP, DENTRO DE LAS FIESTAS DE SANT SEBASTIA.

En cuanto a la Asociación de Empresas de Producción Musical, critican la falta de dotación económica, «el instrumento imprescindible para activar políticas públicas», y añaden una serie de medidas separas por plazos inmediato/corto, corto/medio y medio/largo, que incluyen ayudas, campañas de potenciación y concienciación del producto local, asegurando su participación en otros sectores, así como la consolidación de circuitos como TalentIB o el Circuit d’Arts Escéniques de Mallorca.

Por último, desde las artes escénicas se expresan también en los mismos términos de descontento AAAPIB, ADIB, UNAIMA, Associació de Professionals del Circ e Illescena. Todos ellos reclaman «otras medidas y talento para remar en la misma dirección», así como concretar «políticas a corto, medio y largo plazo para la supervivencia de la cultura», sector estratégico que a su juicio, «debe ser impulsado y protegido por un Govern de pacto de izquierdas». A su vez, piden poder «volver a actuar en la calle y espacios comunes de forma espontánea y para devolver el arte a las calles», según expresan estos colectivos y asociaciones.

De esta forma, el sector deja claro que su rechazo a los planes de la Conselleria de Cultura del Govern es unánime, pese a todas las reuniones que Pilar Costa y Catalina Solivellas han mantenido con infinidad de representantes del tejido cultural de las Islas en las últimas semanas, unos encuentros en los que también participaron el director del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), Mateu Malondra, y la del Institut d’Indústris Culturals (ICIB), Cristina Llambias. Ahora, la cultura espera un nuevo paso, esta vez con un giro en sus políticas.