Un piso compartido de artistas revoluciona la calle Antoni Marqués y atrae espectadores en las últimas sesiones de las ocho. | T. Ayuga / J. Morey

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El escenario del balcón de la calle Antoni Marqués está a punto de bajar el telón. Es el siguiente punto de la desescalada y a la vuelta de esa extraña ‘nueva normalidad’. Hasta ahora, el balcón del primer piso del número 30 ha sido un escenario con espectadores de los edificios colindantes, a los que se suman desde el fin de semana pasado paseantes liberados que se congregan en el Cine Rívoli para disfrutar del espectáculo de cinco actores y bailarines confinados.

Dentro de este subgénero escénico confinado, la actriz Lluki Portas (integrante de las compañías Hermanas Pico Hueso y As Marias), el actor Josep Orfila (de Mai neva a Ciutat) y los bailarines Catalina Lans, Gianni Penna y Olga Cobo se han dedicado a animar la calle después del pertinente aplauso a los sanitarios y demás personal esencial durante este tiempo de alarma.

«Lo hicimos por necesidad. Es momento de bailar y compartir. Trabajamos como si fuese un proyecto escénico y para ofrecer un espectáculo distendido», cuenta Portas. Un parto por el día de la madre, bodas, subastas e incluso remakes del programa Sorpresa, sorpresa han animado la calle gracias a este jaranero piso compartido.

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Regreso

«Se ha creado una dinámica entre vecinos brutal. Nos piden canciones y se las dedicamos. Ya los conocemos por su nombre y ellos nos traen comida», dice Portas. Entre las viandas, vino, torrijas, manzanas asadas o postres. Un quid pro quo festivo-gastronómico.

Poco a poco vuelven los coches a la concurrida Antoni Marqués. Este jueves y el sábado se celebran las últimas sesiones de este balcón teatral y los artistas confían en regresar a sus escenarios originales.