Pep Roig, en su estudio rodeado de viñetas. | Teresa Ayuga

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El 19 de marzo de 1970, un veinteañero Pep Roig, lector de este periódico, publicó una viñeta poniendo en duda la puesta en marcha del servicio de grúa municipal de Palma. «Era un amable lector que había escrito unas carta al director. A partir de entonces ya no fui tan amable», se ríe Roig, que este jueves celebra medio siglo dibujando viñetas donde disecciona la actualidad.

«Lo que yo creo, doña Eloísa, es que esto de la grúa es un castigo del cielo», rezaba el debut de Pep Roig, donde desarrollaba un trazo deslavazado. Con la sorna habitual que se destila en su trabajo, el periodista reconoce que dibuja mal. «Muy mal», insiste. Tenía 23 años, «estaba cortejando» y se le ocurrió mandar su dibujo a la redacción. A partir de ahí arrancó su relación con este periódico. Lo dice desde su estudio en Inca, «mi mundo», donde se apilan sus viñetas, cuadros y esculturas.

Advierte que «ofrezco opinión, una forma de ver las cosas sin dañar a la verdad», dice este dibujante que presume de tener «fama de malhumorado». Pasado medio siglo desde que se publicara su primera viñeta, «lo que más me jode es mi ciática».

Años 70

En los 70 el dibujante era una rareza en la prensa insular. «No había nadie que dibujara en Ultima Hora. Yo era jefe de talleres de los frigoríficos Kelvinator», dice Roig, que empezó a colaborar con este diario cuando lo dirigía Pepe Tous. «Entonces llegó Pedro Serra en 1974 y me propuso que fuera todas las noches a trabajar al periódico. A las siete de la mañana entraba a trabajar en el taller y a las diez de la noche iba a la redacción». En esa redacción coincidió con Joaquín Sabina, que trabajaba en la sección de Internacional de Ultima Hora. «La primera maqueta de su disco la grabó con mi guitarra», dice orgulloso.

Empezó a trabajar como colaborador, luego entró en plantilla en la sección de Cultura y Espectáculos, «lo pasé muy bien en esa época», y después pasó a Part Forana. Ocho años de Sucesos, la sección de Pesca de caña, Discreto y luego, reportajes para Local. «Y cada día hacía viñetas», explica.

Alternaba espacio con Perich y lanzó la sección Historias de la Historia (o algo así) para Brisas, donde daba su particular visión sobre acontecimientos bíblicos o de la España reciente.

A partir de sus trazos, Pep Roig analiza la actualidad diaria tras leer todos los periódicos, empaparse de telediarios y escuchar la radio. A partir de ahí destila su propuesta: «Tengo que controlar la actualidad del día y a veces te adelantas da los acontecimientos. He llegado a hacer viñetas que han sucedido tres días después», afirma el dibujante.

‘Prinsipito’

El veterano periodista confiesa su debilidad por Prínsipe Asul: «Un día tenía un hueco sin rellenar en Discreto y se me ocurrió crear un personaje que se negaba a raptar a la princesa». La popularidad fue tal que le llamaban ‘Prinsipito’ y así hasta el día de hoy.

La ocurrencia se convirtió en una sección fija que los niños coleccionaban, pero pasados los años decidió acabar con los personajes, pese a la presión popular. Este dibujante espontáneo confiesa que el secreto de 50 años de dibujos y periodismo se deben «a la constancia y el esfuerzo».