Mercè Gambús, Teodor Suau, Nadal Bernat, Catalina Mas, Mateu Tous y Cristina Ortiz, ayer en la entrada del Museu d’Art Sacre, en Palma. | Jaume Morey

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El Museu Diocesà de Mallorca pasará a llamarse oficialmente Museu d’Art Sacre de Mallorca mañana jueves, cuando se celebre su inauguración a las 19.00 horas, tras un año de reformas. El cambio en la nomenclatura obedece a una transformación en su discurso. «Mientras que el anterior presentaba un discurso histórico-artístico o estilístico, ahora apostamos por uno temático o iconográfico», señaló ayer Cristina Ortiz, responsable de gestión cultural de la Catedral.

Las 50 obras que se exhiben forman parte de un «inmenso fondo formado por unas 1.400 piezas y proceden de todas las iglesias, parroquias, monasterios y conventos de toda la Isla, tal y como advirtió Mercè Gambús, coordinadora cientificotécnica de la Catedral. La exposición permanente del museo estará dividida en cuatro espacios temáticos: Jesucrist, Mare de Déu, Església y Sants. En este sentido, Ortiz insistió en que «es una exhibición en constante movimiento y abierta con la que se difundirá todo el patrimonio religioso de la Isla».

Para cada uno de los espacios citados se han seleccionado unas determinadas piezas. «En primer lugar, se encuentran las que ya se exhibieron en el Diocesà, como es el caso del popular retablo Sant Jordi, de Pere Niçard o la Solitud de la Verge, de Ricard Anckermann.

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En el segundo grupo, obras que forman parte de la propia colección del fondo del museo y hemos querido recuperar para exhibirlas, por lo que hemos tenido que restaurar algunas. Y finalmente, unas muy valiosas que nunca habían salido de la Seu, como los Rimmonims o Taula de la Trinitat», detalló Ruiz. Del último conjunto, Gambús subraya especialmente los Rimmonims, del siglo XV y «posiblemente los ejemplares más antiguos conservados en el mundo».

Todo ello traza una «museografía extremadamente limpia, con un recorrido que quiere ser tranquilo y lento y no ahogar al visitante, siguiendo la tendencia minimalista», apuntó Gambús. «Queremos resaltar la arquitectura del Palau Episcopal y a la vez que las piezas sean las protagonistas de la muestra. La iluminación juega un papel muy importante y hemos introducido tecnología LED para mejorar la conservación y contemplación de las obras», agregó Ortiz. Además, Gambús avanzó que se organizarán «muestras temporales que se modificarán dos veces al año y que pondrá el acento en las colecciones del museo».

Actividades

La primera exhibición temporal está dedicada a las diferentes etapas históricas por las que ha pasado el Museu y que podrá verse hasta final de año. Además, con motivo de la inaguración, se realizarán tres conferencias: la primera, sobre «el pasado desconocido» del Museu, a cargo de Gambús (18 de marzo); la segunda, sobre el Museo Catedral de Santiago, con Ramón Yzquierdo (26) y la última, sobre pintura gótica del Museu d’Art Sacre, con Tina Sabater (2 de abril).

Por otra parte, Gambús destacó que el Museu Sacre será «inclusivo» y abierto a todos los públicos, con «textos relativamente sencillos». Por ello, han colaborado con el Institut Mallorquí d’Afers Socials, Amadip Esment o la ONCE.