La directora Eva Zapico pone el foco en los personajes femeninos de la obra. | M. BAÑÓ

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Los clásicos lo son porque son modernos y perennes. Buen ejemplo de ello es Tirant lo Blanc, obra cumbre del Siglo de Oro valenciano escrita por Joanot Martorell en el siglo XV.

Adaptada por Paula Llorens y dirigida por Eva Zapico como encargo del Institut Valencià de la Cultura en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Tirant llega este viernes y sábado al Teatre Principal de Palma, ambas funciones a las 20.00 horas.

En el montaje de Zapico los personajes femeninos están en un primer plano, por lo que es un Tirant «en femenino más que feminista, pues he puesto el foco en una cuestión que ya estaba en el texto original», advierte. «Martorell fue un precursor en la construcción de los personajes femeninos que, teniendo en cuenta la época, tienen mucha complejidad psicológica, poco habitual en la literatura medieval», detalla. Los intérpretes son Maribel Bayona, Kike Gasu, Sergio Ibáñez, Antonio Lafuente, Mar Mandli, Raquel Piera, Lucía Poveda y Ramon Ródenas.

Zapico destaca que «había mucho material, pues en realidad son cuatro libros de caballerías, aunque nosotras nos hemos centrado en la parte de Constantinopla, en la historia de amor. Es una base muy visual, muy poderosa y cinematográfica y, además, en esta pieza la música juega un papel muy importante».

En este sentido, Zapico añade que «lo interesante no es solamente la relevancia los personajes femeninos, que son proactivos, sino que los masculinos no tienen herramientas para enfrentarse a los sentimientos. Así, se establece un contraste muy atractivo: los hombres pueden hacer la guerra, pero están desarmados ante Carmesina». La pieza se estrenó en Valencia hace un año con éxito de crítica y público. «A pesar de ser una función moderna, con una estructura y narración nada convencionales, el espectador la recibe muy bien», asegura Zapico. «Nunca me había sucedido, como directora, que el público se levantara para aplaudir de una manera tan emotiva al final de una función», reconoce.