Pieza de la artista Susy Gómez, en el estand de la galería Horrach Moyà. | José Sevilla

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Arco apagó sus luces el pasado domingo y las galerías mallorquinas que asistieron valoran, en líneas generales, positivamente su paso por la capital española del arte con ventas que se mantienen o aumentan en algunos casos y celebran una afluencia de público que, si bien algunos consideran menor, se ha mantenido alta pese a la alerta mundial por el coronavirus.

«Hemos visto alguna mascarilla», cuentan desde la galería Kewenig, que ya suma más de una década asistiendo a Arco, «aunque la asistencia ha sido muy buena y hemos podido hacer buenos contactos con nuevos perfiles de coleccionistas», explican. Para ellos, Arco es un «escaparate importante de cara al público internacional y para fidelizar a los clientes de siempre» y ante sus resultados se muestran «muy satisfechos pese a la psicosis del virus».

Asistencia

Una psicosis que desde la delegación de L21 consideran exagerada. «Pensar que el público ha bajado por el coronavirus es estúpido, ha afectado tanto como el mal tiempo», relata Óscar Florit. En su caso tienen motivos evidentes para celebrar al «doblar ventas y número de piezas». «Nunca habíamos tenido la sensación de triunfo que tenemos este año. Nos vamos muy felices, pero también muy agotados», afirma.

Igual de exhausto se encontraba Fran Reus, quien, con su galería del mismo nombre, participó en el Opening de este año invitado por los comisarios del programa. Para el galerista, la participación «sirve para consolidar el proyecto que llevamos a cabo en Palma y que está yendo muy bien». En su caso tampoco notaron menos público que en otras ediciones, a las que asistieron como espectadores, y vuelven a la Isla «con ganas de repetir el año que viene en la misma sección si todo sale bien».

Menos eufóricos se encuentran en la galería Pelaires, que regresan «sin una sensación de total alegría, aunque ha ido bien en general con nuevos proyectos», dijo Frederic Pinya. Detallan que «los dos primeros días hubo una disminución de público» y se quedan con que «Arco se haya celebrado» como mayor beneficio de una feria en la que «el arte contemporáneo sobrevive al coronavirus».

Comparten opinión desde la Horrach Moyà. Juan Antonio Horrach considera que «el mayor beneficio que el arte contemporáneo sigue interesando». A pesar de notar «menos público en general, en lo personal ha ido muy bien», ya que «hemos cerrado exposiciones con museos y hemos mejorado ventas», «hemos logrado nuestro objetivo».