Café Quijano, en una imagen promocional.

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Café Quijano regresa a Palma con un espectáculo que recopila sus mayores éxitos, nuevas creaciones y, por supuesto, un puñado de esos intensos boleros que les han hecho merecedores de varias nominaciones a los Latin Grammy Awards. Como de costumbre, Trui Teatre acogerá a los hermanos Manuel, Óscar y Rául Quijano, será el este sábado 11 de enero, a partir de las 21.00.

Agotan el papel a su paso, y agotan de manera feliz a su entregado público, que conecta con ellos gracias a la complicidad y cercanía que desprenden sobre el escenario. Desde finales de los 90, Café Quijano alimenta su repertorio con todas las variantes del amor: la dolorosa, la feliz, la clandestina y, especialmente, la canalla. Ingredientes que alicatan un repertorio ligero que nunca pierde de vista los sonidos latinos. El combo leonés presentará en Ciutat su último trabajo –La vida no es la, la, la–, un disco que incluye diez cortes originales y dos colaboraciones con Taburete y Arkano. Este trabajo «nace con la misma intención que cualquier otro, que no es más que dejarnos satisfechos y tratar de satisfacer a quien va a tener la deferencia de escucharlo. No se busca dogmatizar ni sentar cátedra en ningún sentido», aclara Manuel Quijano, líder del trío leonés.

Estribillos pegadizos y letras elaboradas que cuentan cosas, no tópicos, son los auténticos cimientos del sonido Quijano, en el que el factor autobiográfico tiene un papel residual. «Una de las preguntas que más nos han hecho a lo largo de nuestra carrera es si protagonizamos la mayoría de historias que contamos y la respuesta es no. No lo estaríamos contando, a día de hoy, si así fuera», aclara el artista. No obstante, para los románticos, Manuel deja abierta una puerta a la imaginación: «Bueno, sí hemos protagonizado algunas letras, pero menos de las que pudiera imaginarse», afirma sin entrar en detalles acerca de a qué canciones se refiere.

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Esqueleto

Café Quijano se dio a conocer en el año ‘99 con La Lola, uno de esos temas arrolladores que caldean el ambiente e incitan a mover el esqueleto, incluido en La extraordinaria paradoja del sonido Quijano (1999).

Un álbum que vendió más de medio millón de copias, convirtiéndoles en el primer conjunto español nominado a dos Grammy. Desde entonces han grabado siete álbumes, todos ellos fieles al sonido Quijano, un estilo apegado al ritmo, el calor y una visión granuja del fenómeno amoroso.