El líder de Jarabe de Palo, Pau Donés, durante su actuación en el concierto que ha ofrecido este lunes en la barcelonesa sala Luz de Gas para recaudar fondos para ayudar en la investigación oncológica. | Enric Fontcuberta

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Tras un año en California, alejado de los escenarios y cerca de su hija y de la clínica donde le tratan contra el cáncer, Pau Donés ha vuelto a casa por Navidad, no por los turrones, sino para mantener otra tradición: el concierto benéfico anual de Jarabe de Palo en favor de la investigación oncológica.

Barcelona, su ciudad, le ha acogido con los brazos tan abiertos que ha tenido que dar dos conciertos, uno por la tarde y otro por la noche, para dar cabida a todos los que querían estar con él en la sala Luz de Gas.

El escenario también se ha quedado pequeño para los 19 músicos que le han acompañado, todos los que han pasado alguna vez por Jarabe de Palo, aunque solo han subido todos a la vez a la tarima en el último tema.

Durante el resto del concierto, los músicos se han ido pasando el testigo unos a otros, mientras Donés los presentaba, feliz de verse rodeado de tantos amigos.

Vital y positivo como siempre, el líder de Jarabe de Palo ha ofrecido dos conciertos festivos, en los que se respiraba el ambiente familiar que algunas bandas consiguen crear con sus seguidores de toda la vida.

«Estaba bajo una palmera y pensé ¿por qué no le digo a Jordi Évole que presente el concierto?», ha dicho Donés, que efectivamente ha sido presentado por Jordi Evole y realmente vive rodeado de palmeras, «haciendo de padre y viviendo la vida día a día, sin hacer planes de futuro».

La vida tranquila que ha llevado durante el último año ha quedado trastocada esta semana: este domingo cogió un vuelo transatlántico, este lunes ha llegado a Barcelona y ha ido a ensayar y esta noche ha dado dos conciertos, en los que ha bailado más de lo que es habitual en él para demostrar los avances que está dando en esta materia gracias a las clases de baile a las que se ha apuntado con su hija. No se puede negar que cuando decidió desconectar durante un año tomó la opción correcta, porque ha vuelto cargado de energía y buen rollo, que ha transmitido a su público.

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«Hoy vamos a reunir una pasta gansa», ha gritado Pau Donés, antes de arrancar con «Realidad o sueño», él solo con su guitarra.

Después se han ido sucediendo los temas de Jarabe de Palo: «Dueño de mi silencio», «El bosque de palo» y «Quiero ser poeta»; y los músicos: Jimmy Jenks Jiménez, Kike Serrano y Marià Roch.

El concierto

La primera gran ovación del concierto ha sido para «Depende», uno de sus grandes éxitos, y el momento más emotivo poco después, cuando ha cantado sin acompañamiento musical «Los ángeles visten de blanco», una canción que ha compuesto durante este último año y que está dedicada a «todas las personas generosas que he encontrado en los hospitales».
Pau Donés lleva cinco años luchando contra el cáncer pero no quiere que la enfermedad se convierta en la protagonista de su vida, así que prefiere hablar de otras cosas: «perdonad que baile un poco raro, es que me he hecho una lesión haciendo surf en Califonia», ha bromeado.

Después han llegado más canciones («Agua», «Mama», «Pura Sangre», «Lado oscuro» y «Dos días en la vida») y más músicos (Dani Baraldés, Marta Roma, 'Chupi', 'Gnapos', Luisito y Jaime De Burgos, entre otros).

Y por fin «La Flaca», con Andrea al violonchelo y todo el público a la voz, en un gran karaoke, cálido y alegre.

El concierto ha acabado con todos los músicos sobre el escenario interpretando «Grita» y Pau Donés contentísimo gritando «¡en total ya llevamos un cuarto de millón recaudado!». Varios pájaros de un tiro: música, buen rollo y dinero para la investigación.