Pep Tosar, en el Théâtre la Seine de París, antes de comenzar la función. | Carles Domènec

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En el teatro 13 Seine de París, el festival Don Quijote inauguró el jueves su edición 28 con Federico García, que dirige Pep Tosar (Artà, 1961). Con todas las entradas vendidas, el público despidió a los intérpretes con una ovación. La representación contó con la ayuda económica de las bodegas Ànima Negra.

«Lo que sucede con este espectáculo es que Lorca, más allá de su obra poética, es el mártir más internacional, la herida no curada de la Guerra Civil, no sólo en España, también en todo el mundo», comentó Tosar, que comparte escena con la cantante Anna Colom, el guitarrista Rycardo Moreno, el bailarín flamenco José Maldonado y el percusionista David Domínguez. La pieza se estrenó hace cuatro años y se acerca a las 300 representaciones, aunque la de París fue la primera actuación internacional. «Esperamos que se nos abran las puertas del mercado francés», remarcó.

El mallorquín apuntó que «Lorca es una víctima del alzamiento franquista, una víctima no encontrada, como centenares de miles de republicanos durante la guerra, y se ha proyectado como una personalidad en la que muchos españoles, generación tras generación, son interpelados en esa herida no cicatrizada». Señaló que «con lo que está pasando en España, este espectáculo, que se ciñe a una estricta cronología biográfica del personaje, toma unas resonancias actuales que estremecen».

Por eso, algún espectador se marchó del teatro con los ojos enrojecidos. «El público experimenta esa emoción. Cuando Evelyn (Arévalo) y yo escribimos la obra no pensábamos en esto», declaró Tosar. El autor repite el formato de teatro documental que ha seguido en otros proyectos sobre escritores, con recitación, música y baile en vivo que dialogan con imágenes proyectadas sobre una tela traslúcida. «El primer espectáculo con esta narrativa fue en 2003, con Esquena de ganivet, sobre Damià Huguet, y me familiaricé con unos elementos que me permiten expresarme en el teatro y el cine documental». Recreó la vida de Blai Bonet, Guillem d’Efak y Vicent Andrés Estellés, y ya piensa en futuros proyectos biográficos sobre Miguel Hernández, Fernando Pessoa, Pasolini y Borges. Tosar desveló que «quiero escribir una obra con un formato distinto, que será una comedia social alrededor de la sexualidad».

La Casa de Papel

Del papel que interpretó en una de las series de moda, el actor indicó que «entré por casualidad, estaba rodando El Ministerio del tiempo, había habido una baja en La Casa de Papel, me vinieron a buscar en una furgoneta para un personaje que me aprendí durante el trayecto y así rodé la primera escena». Tosar rememoró que «la audiencia fue muy baja al principio, de la segunda temporada sólo se habían rodado tres capítulos por esa poca repercusión y, de repente, la serie acabó llegando a Netflix y se convirtió en un fenómeno internacional».