El fotógrafo Tomeu Coll, este lunes, preparando su exposición, junto a la imagen de la cabra Marta. | Pere Bota

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Hay un terreno mítico, repleto de imágenes tan poderosas que se tornarán icónicas. Mujeres desnudas maniatadas, caballos muertos, aviones repletos de turistas que sobrevuelan antiguos pantanos, hombres sin nariz, ancianos tumbados o que han perdido un dedo que son fotografiados por su nieto... Este imaginario aparece en el objetivo del fotógrafo Tomeu Coll, del mismo Sant Jordi, que inaugura este martes la exposición Badlands, Malas tierras, traducido al castellano y en homenaje a la película de Terrence Malick.

Coll es fotógrafo freelance de publicaciones como Stern, Smithsonian o Der Spiegel, pero también busca hueco para proyectos personales como éste. «Cada vez que volvía a Palma después de una producción pensaba: ¿por qué no hacer algo aquí?», explica el artista.

La cabra Marta retuerce su cuello, una mujer practica bondage en un campo, un avión pasa por encima de un molino derruido ante la atenta mirada de un cráneo animal. Es el escenario perfecto para la versión mallorquina de True Detective.

Y todo arrancó con el hallazgo de un cadáver: «En 2006 encontré el cuerpo de un caballo. Me pareció que había belleza en ese caballo muerto que se descomponía, rodeado de flores, y su carne se convertía en sustrato para las plantas», dice. Los huesos de este caballo se pueden ver hoy en Casa Planas. Hay varios cadáveres de animales en sus fotografías, «parece que vienen a morir allí», y también niebla y molinos derruidos, que contribuyeron a que esta zona húmeda se secara. «Siguieron drenando y llegaron a las capas freáticas, regando con sal. Sant Jordi es una metáfora del desastre del turismo. Todo es para el turista, nada para el residente de interior», dice de una zona que vive de espaldas a la lucrativa costa o el gentrificado Casc Antic.

Hasta allí también ha llegado Airbnb y Coll habla con cariño de este «pueblo suburbial». Admira a los personajes de sus fotografías: ya sean sus abuelos, un exboxeador sin tabique nasal o Morgan, sentado sobre un muro, «el Jim Morrison de la zona» y que animó a que Coll montara su banda, Misery Strings. «Aquí , en Sant Jordi, es donde ocurren todas las cosas», insiste.

La exposición Badlands se ha inaugurado en la CSF Adams/KromArt Gallery de Roma y este viernes lo hará en la galería Kehrer de Berlín. También ha publicado un catálogo con la editorial Kehrer Verlag, obra que recibe el apoyo del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB). La exposición de Casa Planas, que se inaugura este martes a las 19.00 horas, estará abierta hasta el 2 de diciembre.