«La Setmana ha fomentado el encuentro entre lectores, librerías, autores y editoriales que editan en catalán. Una oportunidad para encontrar novedades, para recuperar antiguos fondos editoriales y disfrutar con lecturas en voz alta con reconocidos autores, actores y periodistas, encuentros literarios, mesas redondas, música y espectáculos familiares. En una palabra, una gran fiesta por la lengua de nuestra tierra», afirmó María Barceló, presidenta del Gremi.
Actos
Numeroso público acudió este domingo a Es Balaurd para asistir a alguna de las presentaciones o conferencias previstas. Por la mañana, y en el Espai Familiar, lo más pequeños protagonizaron juegos con palabras, un taller poético y conocieron detalles sobre las leyendas. También tuvo lugar la presentación del libro On és l’Estel·la, de Toni Galmés, y los asistentes disfrutaron con el Vermut Literario Som Tantíssimes, que contó con un recital poético y musical a cargo de Narga Rotger y Joana Abrines.
El día continuó, entre otros actos, con una mesa redonda sobre el 60 aniversario de Astérix y Obélix, y una segunda sobre Amor de Cans – serie original de IB3 basada en la obra de Maria Antònia Oliver – que contó con la presencia de algunos de sus protagonistas.
La 30 edición de la Setmana ha incluido 39 actividades, entre presentaciones y firmas, talleres, cafès, etc. En lo que respecta a los libros que han destaco en ventas hay que citar a Hereus de la penombra, de Josep Manuel Vidal-Illanes; Un altre dia antic, de Sebastià Bennasar; Homenatge als caiguts, de Albert Sánchez Piñol; Les hores seques, de Aina Gomis, premio Art Jove de Narrativa; On és l’estela.la?, de Toni Galmés; Lítica, de Lucia Pietrelli; Mentides consentides, de Michael Hjorth / Hans Rosenfeldt y La mà esquerra de la foscor, de Úrsula K. Le Guin.
En cuanto a las obras de infantil, juvenil, Contes de bona nit, nenes rebels2, de Francesa Cavallo y Elena Favilli, y La filla de vercingetòrix, (Astèrix - La Col·Lecció Clàssica), por René Goscinny.
1 comentario
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Esta semana del libro en catalán porque no la celebran en cataluña?, que tenemos que ver los mallorquines con eso, ni nos va ni nos viene, al contrario, nos perjudica a todos. No se entiende un mallorquín catalán, es tirarse piedra contra su propio tejado.